WOW: No Podrás Creer lo que Hizo Esta Mujer Cuando 2 Hombres la Acosaron en el Metro

WOW: No Podrás Creer lo que Hizo Esta Mujer Cuando 2 Hombres la Acosaron en el Metro332shares

Típico, vas por la calle cuando un grupo de hombres comienzan a silbar lascivamente para llamar tu atención. Es algo que al menos todas las mujeres experimentamos una vez en la vida. Sin embargo, existen otra clases de abusos mucho peores.

La historia que contaremos a continuación es algo que podría pasarle a cualquiera, hombres y mujeres, y que es mucho más común de lo que nos gustaría aceptar:

Javiera Larraín es una joven chilena que ha causado furor en las redes sociales tras contar lo que dos "caballeros" le hicieron.

Su historia comienza así:

"Situación importante (y obligatoria) de compartir: Hace un par de días, salí de mi casa camino al metro. Me dieron ganas de comprarme un helado de cono, cosa que hice al llegar a Tobalaba (sí, soy una mujer de gustos sencillos). Iba mega feliz con mi helado de vainilla (aburrido, pero me gusta). Entonces, no sé de dónde, justo antes de meterme al metro, se me pegó un hombre a susurrarme en el oído (sentí su respiración en la nuca, ese nivel de cerca) a decirme: “Oye, que le gusta chuparlo, mijita”", compartió Javiera Larraín.

Pero ahí no acaba todo, ella continúa:

“Yo, ilusa de mí, me dije que era alguien que me conocía y me hacía un comentario de pésimo gusto, porque nada, no podía haber un huevón tan asqueroso por la calle. Y sí, los hay. Me doy vuelta y él me mira cagado de la risa con su talla y con una cara de grotesca degeneración. Porque claro, cómo mierda se me ocurre andar langüeteando un helado en la vía pública, una provocación espantosa, en qué estaba pensando. Yo lo increpo y comienzo a gritarle a viva voz, que diga fuerte su ‘gracia’, impidiéndole que bajara al metro”, cuenta Javiera Larraín.

Cuando la joven encaró al "gracioso" que le susurró, un segundo hombre se acercó. 

Sin embargo, no había venido en su defensa -como cualquiera pensaría-, sino que apoyaba la conducta del otro y dijo que era una "exagerada".

"Un ejecutivo de 30 y algo, de terno, muy engreído, me increpa diciéndome: "Para qué tan histérica, qué exagerada. Si el tipo, fuera rico lo encontrarías guapo o estarías muerta de la risa"", relató Javiera Larraín.

¿Exagerada? Esta pobre mujer tan sólo quería hacerse respetar ante tal trato tan denigrante y repulsivo.

Ella sigue contando:

"Frente a mi estupefacción, el hombre que me acosó se escabulló por el metro. El ‘terneao de H&M’ (como bauticé al otro espécimen) seguía insistiendo en la desproporción de mi reacción y en la neurosis de mi género, pues poniéndome como ejemplo se refería a ‘todas las mujeres’ que éramos increíblemente exageradas cuando nos decían algo en la calle, y solo porque nos hablaban ‘puros hueones en nada porque si fueran guapos no dirían ni pío’, como el mismo sentenció con vehemencia", dijo Javiera Larraín.

Por un breve instante, ella discutió con el hombre sin éxito.

Y en un momento de frustración, le arroja su helado, embarrando toda su ropa.

"Y toda mi vainilla se chorreó por su pulcra chaqueta, su camisa, su corbata de marca, su pantalón y hasta uno de sus exclusivos zapatos", cuenta Javiera Larraín.

Por supuesto, el hombre se enfadó y comenzó a gritarle. Sin embargo, ella dio la mejor respuesta del mundo:

"Pero, compadre, qué eres exagerado, si tú me encontraras guapa o rica, estarías cagado de la risa, ¿o no? ¿Para qué tan histérico?’. Dicho esto, me di media vuelta y seguí mi camino al metro. Por lejos, el mejor helado que no he comido en mi vida”.

Por último, la chica termina dando una explicación de los motivos que la inspiraron a compartir su historia:

"Pa qué cuento esto? Porque, por desgracia, son muchos los hombres (y también muchas mujeres) los que creen que ‘una le da color’. Que creen que cuando decimos que estamos cansadas que nos acosen, que nos violenten, que nos paguen menos, que nos maten, le estamos dando color. No le estoy dando ni un color, porque esos dos hueones me cosificaron, me hicieron sentir insegura y vulnerable, solo porque se les dio la gana. Lograron modificar toda mi tarde, ya que quedé entera tiritona post-incidente y recién ahora me siento capaz de contarlo. Y si alguno/a de los que me lee ahora, sigue creyendo que le doy color… Nada po, ojalá les caiga un helado volador en la cabeza. Ya, basta", concluyó Javiera Larraín.

Tuvimos la oportunidad de conversar con Javiera, y nos ha confesado haber recibido bastante apoyo en las redes sociales y que su historia cuenta con más de 27.000 Me Gusta.

Aquí te dejamos la entrevista:

"¿Has recibido algún mensaje que te critique por tu publicación?
Javiera Larraín: En realidad pocos. Y del estilo muy clásicos. Que si que soy una exagerada. Otros cuestionan la veracidad de la historia. Porque está contada con mucho detalle.
¿Nadie te defendió en ese momento?
No. Nadie. Igual toda esta situación fue bastante rápida, 5 minutos un poco más. Es difícil tomar el tiempo, pero para mí fue muy rápido.
¿Algún consejo para quienes vivan una experiencia así?
Creo que hay que operar bajo dos lógicas básicas. Uno: no quedarse callado ante cualquier tipo de violencia al que me vea sometida o al que se vea sometido un tercero. Y dos: como consecuencia de lo anterior, ser más empaticos. No puede ser que este tipo de normalizaciones del acoso sucedan a nuestro alrededor y no nos modifiquen en lo absoluto, no pueden pasar por el lado", entrevista de Javiera Larraín con Upsocl.

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