Vieron que algo colgaba de este árbol, lo llevaron a su casa para cuidarlo. Cuando creció no creían lo que era…

Inmediatamente utilizaron su auto y una torre hecha con sillas y mesas para alcanzarlo y bajarlo ellos mismos del ábol para luego poder cuidarla.

Inicialmente no estaban seguros de qué era, pero mientras lo descifraban lo llevaron a su casa.

Lo alimentaron por un tiempo con leche utilizando una jeringa, y a pesar de que no se le hizo fácil acostumbrarse a ella, en poco tiempo la tomaba sin problemas.

Ya que se había convertido en su nueva mascota, la llamaron Thorn, pero su sorpresa fue enorme cuando finalmente creció y descubrieron que se trataba de un hermoso canguro, al que aún cuidan hasta que le consigan un hogar adecuado para él.

Esta historia nos muestra un vivo ejemplo de cómo el hombre y la naturaleza sí pueden convivir en armonía y ayudarse entre si.