Una emotiva y moderna "Boda Real" protagonizaron el Príncipe Harry y Meghan Markle.

Una emotiva y moderna "Boda Real" protagonizaron el Príncipe Harry y Meghan Markle.462shares

Se ha catalogado como una extraordinaria ceremonia que combinó a la perfección la diversidad cultural de los novios, el modernismo y las costumbres de la realeza inglesa. Fue así como finalmente este sábado se realizó en la Capilla de San Jorge en Windsor la flamante y esperada boda del Príncipe Harry con su novia, la actriz estadounidense Meghan Markle. 

Sin duda, un evento sin precedentes ya que reunió a un sorprendente número de celebridades de todo el mundo, tantas como nunca antes había sido presenciada en este lugar. Alrededor de 120.000 personas asistieron para ser testigos de este enlace nupcial. La lista de invitados incluía a lo mejor de la realeza nobiliaria y la de Hollywood, todos mostrándose evidentemente emocionados resaltando entre los Clooneys y Beckhams, Idris Elba, Elton John, Oprah Winfrey, Tom Hardy y James Corden, entre muchos otros.

El recién nombrado Duque de Sussex se mostró emocionado de principio a fin. Meghan llegó al altar de la mano del Príncipe Carlos, quien suplió al señor Thomas Markle quien en última instancia anunció que no asistiría. Una atmósfera festiva reinó durante la mañana de este sábado en los alrededores de la capilla, viéndose diversas manifestaciones de los buenos deseos que el pueblo siente hacia la joven pareja. Aquí en Buenamente.com te contaremos hasta el más mínimo detalle de esta emotiva celebración de amor "real". 

Meghan Markle y el Príncipe Harry tuvieron una boda multicultural apreciablemente influenciada por las costumbres estadounidenses.

Moderna y fuera de lo convencional la definiría de forma más adecuada, lo que para algunos fue una especie de "mini revolución". Así se desarrolló esta ceremonia, de la cual ni la realeza británica ni los millones de espectadores habían presenciado antes algo similar.

Los recién casados ​​compartieron lágrimas, risas y un apasionado beso frente a sus cientos de invitados especiales.

Encabezado por estrellas de Hollywood de la talla de los Clooneys, los Beckhams, Idris Elba, Oprah Winfrey, Tom Hardy y James Corden. Otro que dijo presente fue Elton John, quien cantó en el funeral de la Princesa Diana en 1997, e igualmente lo hizo esta vez en la recepción durante la hora del almuerzo ofrecido por la Reina en un conmovedor homenaje hacia la difunta madre de Harry.

Todos los miembros de la realeza británica también estuvieron allí para apoyar a la feliz pareja.

Incluyendo a Su Majestad la Reina, el Príncipe Felipe, el padrino de Harry, el Príncipe William y su esposa Kate, que trajeron a George y Charlotte pero dejaron al bebé Louis con la niñera.

Este sábado Meghan se convirtió en la primera integrante mestiza de la familia real.

Un giro extraordinario de 360 grados para la vida de esta chica nacida en Los Ángeles, con un padre blanco y una madre afroamericana, quienes lucharon incansablemente en el difícil mundo del espectáculo hasta obtener un papel protagónico en alguna serie de televisión.

El gran día de Harry y Meghan no podría haber sido más distinto que las bodas reales celebradas anteriormente.

En especial porque el príncipe se mostró visiblemente emotivo en todo momento, y los invitados expresaron que era el evento formal más diverso del que tenían conocimiento en los 66 años del reinado de la Reina Isabel II.

El príncipe parecía llorar cuando vio a su novia por primera vez dentro de la capilla.

La tomó del a mano y le dijo: "Te ves increíble, ¡que afortunado que soy!" antes de levantar tiernamente su velo. El nuevo Duque de Sussex también se dirigió al Príncipe Carlos diciéndole 'gracias, pa' después de que acompañara a la ahora duquesa de Sussex por el pasillo de la capilla de San Jorge, incluyéndose en el último momento para sustituir en el cortejo al padre de Meghan, Thomas.

El beso de Meghan y Harry desató la euforia de la gente que se encontraba fuera de la capilla y de los 100.000 espectadores que miraban desde las calles de Windsor.

La ex actriz, de 36 años, logró hacer reír a Harry con lágrimas en los ojos mientras intercambiaban sus votos matrimoniales.

Justo antes de ser declarados marido y mujer por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby.

A pesar de haber sido un servicio eclesiástico anglicano, tuvo un marcado sentimiento estadounidense.

El obispo norteamericano Justin Welby pronunció un apasionado discurso que pareció divertir a la realeza y un coro de gospel animó a los presentes con música de Ben E. King y Etta James.

Pero también hubo gran parte del esplendor británico que adoran los fanáticos de la Realeza de todo el mundo.

Todo el ambiente de los alrededores del Castillo de Windsor parecía sacado de un libro de cuentos de hadas, haciendo alarde de un impresionante día primaveral de mayo.

Meghan eligió a la aclamada diseñadora británica, Clare Waight Keller, para la confección de su vestido.

Ella es la directora artística de la histórica casa de moda francesa Givenchy. Además, llevaba una tiara bandeau de diamantes Queen Mary, prestada por la propia Reina.

En los escalones de la capilla, Meghan le preguntó discretamente a su nuevo marido: «¿Nos besamos?». 

A lo que Harry susurró 'sí' antes de plantar apasionadamente uno en sus labios.

En las afueras de la Capilla de San Jorge, más de 100.000 fieles seguidores se reunieron bajo el glorioso sol británico para aplaudir a la pareja.

Todos estratégicamente ubicados alrededor del lujoso carruaje Ascot Landau el cual abordaron los novios. Meghan saludó con la mano y sonrió a la multitud y dijo 'wow' a su nuevo marido mientras, en su estilo inigualable, le dijo: 'Estoy lista para tomar una copa ahora'.

Los invitados elogiaron el ambiente relajado y diverso.

Mientras los recién casados ​​paseaban en carruaje por Windsor saludando a las grandes multitudes quienes agitaban banderas alegóricas, los invitados especiales fueron llevados al castillo para un delicioso almuerzo y bebidas ofrecidos por la Reina.

Sarah Ferguson, ex esposa del príncipe Andrés, dijo: 

"He pasado un día maravilloso y es fantástico ver a tanta gente en esta hermosa ocasión".

La pareja fue despedida y observada por los miembros de la familia real mientras salían en un Ascot Landau descapotado.

A pesar de lo poco convencional, la ceremonia estuvo hermosa.

Podía escucharse el sonido de un alfiler mientras los 600 invitados observaban al príncipe británico y la estrella estadounidense decir "Sí, quiero" en la histórica estructura de la capilla del Castillo de Windsor.

Cercano al mediodía llegó el vehículo que trasladó a la flamante novia.

En ese momento, todas las miradas se volvieron hacia la gran puerta de la capilla para ver por primera vez a Meghan mientras aparecía por la ornamentada entrada.

Minutos antes, arribaron al lugar las damas de honor y los pajecitos acompañados por la duquesa de Cambridge.

Ella ayudó a mantener el orden con los pequeñines. 

En la entrada se les entregaron las flores y poco después una de las pequeñas damas de honor comenzó a llorar.

Con un grupo tan joven acompañando a la novia al altar, era de suponerse que no sería una tarea fácil.

La niñera de los Cambridges, María, levantó a la niña para consolarla, mientras el príncipe George levantaba la vista hacia la llorosa niña. La sobrina y el sobrino de Harry, George y la princesa Charlotte, se encontraban entre las seis damas de honor y cuatro pajecitos, todos con edades comprendidas entre los dos y los siete años.

Cuando Meghan apareció a través de las puertas de la capilla, la luz del sol entró detrás de ella, otorgándole un toque extra de majestuosidad.

Su brillante tiara deslumbró a la luz de la capilla.

El velo se sostuvo en su lugar por la diadema de diamantes de Queen Mary, que le había prestado la Reina, hecha en 1932, un atuendo que dejó a su madre Doria Ragland, de 62 años.

El novio real recibió un ducado, el rango más alto en la nobleza británica, para conmemorar su matrimonio.

La ex actriz estadounidense se convirtió en Su Alteza Real la Duquesa de Sussex por su matrimonio. Harry también recibió títulos escoceses e irlandeses del norte, convirtiéndose en el conde de Dumbarton y el barón Kilkeel, lo que significa que Meghan se convirtió en la condesa de Dumbarton y la baronesa Kilkeel. Todos los títulos están en el regalo de la Reina y le corresponde al monarca elegir cuál otorgarle a su nieto y a su nueva esposa.

La lista de invitados especiales estuvo llena de personalidades de la música, la actuación, la realeza y activistas sociales.

Entre los más destacados se pueden mencionar a los Clooney, George y Amal.

Los eternamente guapos y distinguidos David y Victoria Beckham.

Tom Hardy estrenó su nuevo look y llegó de la mano de de su compañera Charlotte Riley.

Oprah Winfrey también caminó rumbo a la capilla como invitada.

Elton Jonh tampoco podía quedarse por fuera.

El príncipe Carlos estuvo al pendiente de Doria, la mamá de Meghan, sin descuidar a su esposa Camila.

La Reina Isabel II optó por seguir la tendencia y usar un color de la temporada que le va perfecto. Junto a ella, el príncipe Felipe.

El príncipe Harry parecía nervioso cuando llegó a la capilla de San Jorge con su padrino William.

Rápidamente se animó agitando y sonriendo a las multitudes antes de saludar a los invitados dentro y fuera de la capilla.

La madre de Meghan, Doria, sonrió y miró con adoración a su hija en la parte trasera de su coche de bodas.

Otra vez apoyándola en ausencia de su padre, Thomas Markle. Madre e hija se trasladaron en un Rolls-Royce Phantom IV, que fue construido y entregado a la Reina en 1950 y utilizado por Kate Middleton para su viaje a la Abadía de Westminster cuando se casó con William hace siete años.

Un emocionado Harry le dijo a su novia 'te ves increíble' después de que ella recorrió el pasillo con su vestido.

El velo fue hecho de tul de seda con adornos bordados a mano en hilos de seda y organza, mientras que la apariencia se completó con un brazalete y aretes Cartier y una tiara bandeau de diamantes Queen Mary, cedida por la reina.

Inglaterra, Gales, Irlanda del Norte y Escocia fueron representados respectivamente por una rosa, un narciso, una flor de lino y un cardo.

Cada flor se trabajó en plano, en tres dimensiones para crear un diseño único y delicado. Los trabajadores pasaron cientos de horas cosiendo meticulosamente y lavando sus manos cada treinta minutos para mantener el tul y los hilos prístinos.

Además de la flora de la mancomunidad, Meghan también escogió dos de sus flores personales favoritas para incluirlas en el velo.

Una fue Wintersweet (Chimonanthus praecox), que crece en los terrenos del Palacio de Kensington frente a Nottingham Cottage, y la California Poppy (Eschscholzia californica), la flor del estado del lugar de nacimiento de la sra. Markle, California.C olocados simétricamente en la parte delantera del velo, las cosechas de trigo están delicadamente bordadas y se mezclan con la flora para simbolizar el amor y la caridad.

La elección del diseñador de Meghan siguió siendo un secreto muy bien guardado hasta la mañana del sábado.

Se suoo que incluso el príncipe Harry no sabía a quién había elegido ya que quería una "sorpresa total" en el gran día.Todo tipo de especulaciones se hicieron presente en las últimas semanas, aunque no se creía que Givenchy fuera el favorito y ni siquiera aparecía en la lista de probabilidades promocionada por los corredores de apuestas.

Givenchy no es una marca con la que haya sido asociada anteriormente.

Previamente se esperaba que Ralph & Russo obtuviera el honor, y se rumoreaba que la futura novia usaría un diseño cosido a mano y de cuentas gruesas con mangas largas. Pero sin discusión alguna, lucía radiante. Además de hacer el vestido de Meghan, Clare Waight Keller diseñó sus zapatos de boda, basados ​​en un diseño de alta costura puntiagudo de Givenchy hecho de sati de seda y duquesa.

El ramo de Meghan fue elaborado con algunas flores elegidas por el príncipe Harry en su jardín privado, dijo un potavoz del palacio de Kensington.

"El príncipe Harry recogió varias flores ayer de su jardín privado en el Palacio de Kensington para agregar al ramo de novia a medida diseñado por la floristería Philippa Craddock", dijo la declaración. "Las flores de primavera incluyen Forget-Me-Nots, que eran la flor favorita de Diana, la princesa de Gales. La pareja específicamente los eligió para ser incluidos en el ramo de la Sra. Markle para honrar la memoria de la difunta princesa en este día especial."

Entretanto, uno que no pasó desapercibido durante su participación fue el reverendo Curry. Inicialmente dijo a los presentes: 

"El amor que ha traído y unirá al Príncipe Harry y la Sra. Meghan Markle juntos tiene su origen en Dios, y es la clave de la vida y la felicida. Por eso, celebramos y oramos por ellos hoy."

Camilla y Kate compartieron una mirada de desconcierto mientras el reverendo continuaba su sermón.

"Debemos descubrir el poder del amor, el poder redentor del amor, y cuando lo hagamos, haremos de este viejo mundo, un nuevo mundo", citó del Dr. King.' No lo subestimes', anunció. Meghan, tomada de la mano con el príncipe Harry, sonrió mientras escuchaba a Curry hablar sobre cómo: 'Dos jóvenes se enamoraron, y aparecimos'.

Por ser un evento de tan grandes proporciones, quienes conocen al reverendo esperaban que no hiciera un escándalo.

Así como lo ha hecho con el propio presidente Trump. Afortunadamente no sucedió nada que lamentar, salvo una que otra risita incómoda. ¡Qué gran alivio!

"OMG estoy rezando para que el reverendo Michael Curry no lance las velas al piso e incendie esta esta histórica iglesia."

Igualmente, las demostraciones de cariño por parte de los asistentes no cesaron ni por un instante.

Los novios se aseguraron que los criterios de selección de los invitados del pueblo fuesen mucho más amplios, tanto en rango de edades como sobre los antecedentes, haciendo un especial énfasis en los jóvenes emprendedores. 

Los recientemente anunciados Duke y Duquesa de Sussex sonrieron y saludaron a la multitud jubilosa.

Hubo quienes acamparon en el lugar durante varios días para estar al frente de la multitud.

Miles de personas aplaudieron a la pareja mientras daban un paseo en carruaje tirado por caballos. 

Las calles de la ciudad de Berkshire se convirtieron en un mar de banderas de Union Jack y Stars and Stripes mientras los visitantes de todo el mundo se agolpaban alrededor de la ruta de la procesión para ver a la feliz pareja.

La emoción que embargó a los asistentes fue indescriptible. Para algunos terminó siendo un sueño hecho realidad.

Así, por ejemplo, Tom Moss, de 23 años, fue elegido para representar a los exploradores en Staffordshire y trajo a su madre, Vicki. Dijo que es un gran admirador de la pareja, y agregó: "Creo que Harry tiene los pies en la tierra y todo el trabajo de caridad que hace también. Tiene un impacto masivo. Un buen modelo para las personas más jóvenes también". 

Su madre dijo que la salida fue "absolutamente increíble", y agregó: "Simplemente no podemos creerlo, que hayamos tenido esta oportunidad".

Mucha gente se dejó envolver por el espíritu de la "boda real" y organizó sus propios festejos.

Cientos de personas vieron la boda en pleno centro de la ciudad de Leeds bañados por el sol.

Algunos declararon que fue un "día fantástico", incluso aunque algunos quedaron boquiabiertos por la intervención del obispo Michael Curry. Varias personas hicieron picnics y el prosecco fluyó libremente frente a la gran pantalla en la Plaza del Milenio de la ciudad. David Fryer, de Thorner, cerca de Leeds, dijo: "Creo que ha sido un evento increíble."

Por todo esto y más: ¡Larga vida a los novios!

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