Tú no pierdes nada al dar amor, el que pierde es aquél que no sabe recibirlo

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Cuando se trata del amor, podemos escuchar a nuestros padres y amigos aconsejarnos no amar a cualquier persona, sino solo aquella que lo merezca. Sin embargo, hay algo que debes tener siempre en cuenta y es que al amar no te arriesgas a perder nada, ya que el que está perdiendo es aquel no sabe recibir tu amor.

¡Así cómo lo lees! Amar es algo maravilloso y mágico, un sentimiento que difícilmente podríamos controlar. Por lo que no tiene sentido reprimirlo, ya que más se sufre por intentar no amar a alguien que por amar. Si tienes dudas sobre cómo debes destinar tus sentimientos, aquí te ayudamos a cómo dirigirlos...

¡Sigue desplazándote para saber más al respecto!

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Hay algo que debes entender muy bien: jamás se pierde por dar amor

Ya que al ofrecerlo con pasión, afecto y sinceridad te dignifica como persona. Mientras si no sabes recibir, apreciar ni cuidar ese hermoso regalo, es aquél quien tiene todas las de perder, ya que dejaría a una persona hermosa fuera de su vida.

Por eso, nunca te arrepientas de haber amado, aún cuando no hayas tenido suerte, ya que lo peor es no saber amar

Aunque pueda sorprenderte, la neurociencia también puede ayudarnos en esta materia, ya que nos explica por qué actuamos de cierta manera cuando estamos enamorados. Lo primero que debes saber, es que el cerebro humano nunca está preparado para las pérdidas, por esa razón sentimos sufrimiento.

Nuestra genética nos impulsa a conectar con los demás y a crear lazos emocionales

Así es como sobrevive la especie humana, "conectándose" con el resto, por esa razón, cuando sufrimos una pérdida, una separación e incluso un malentendido, nuestro cerebro recibe una señal de alerta.

Un aspecto bastante complejo de las relaciones afectivas es el modo en que enfrentamos las rupturas

Desde un punto neurológico, en el momento de una ruptura nuestro cuerpo empieza a liberar las hormonas del estrés, lo que nos lleva a experimentar lo que conocemos como "corazón roto".

No obstante, desde una perspectiva psicológica  emocional, lo que sienten las personas es otra realidad

No solo se experimenta el dolor por la falta de esa persona amada, sino que sienten una pérdida de energía y motivación.

Es como si el amor y afecto dedicado se hubiese ido con aquella persona, dejándonos vacíos y marchitos

Entonces, ¿cómo atrevernos a amar de nuevo si lo único que quedó en nuestro interior es un mal recuerdo? ¡Aquí te explicamos cómo afrontar ese desamor!

¿Dar amor o evitar amar de nuevo?

Todos nosotros llevamos en nuestros hombros un compendio de historias pasadas, emociones vividas, miedos camuflados y amarguras. Pero cuando se inicia una nueva relación, nadie olvida todo lo que vivió con anterioridad.

Nadie jamás empieza de "0" en una nueva relación

Todos esos recuerdos permanecen en nosotros y el modo en que gestionemos nuestro pasado afectará la manera en que vivamos el presente.

Por supuesto, el hecho de haber vivido una infidelidad o simplemente una relación fallida, puede cambiar mucho en nosotros

Ya que dar amor por cierto tiempo, para luego quedarnos vacíos y no tener más que los recuerdos e ilusiones perdida, puede afectar seriamente nuestra personalidad.

Nunca falta aquel que se vuelve desconfiado

O que empieza a crear una gélida y dura coraza de aislamiento, porque creen que es "mejor no amar para no sufrir".

No obstante, es necesario que desechemos esa idea, ya que no es más que un lento proceso de autodestrucción

Jamás debemos arrepentirnos de haber amado

De haber arriesgado todo por esa persona. Ya que estos son actos que nos dignifican, nos hacen humanos y maravillosos.

La verdad es que "vivir es amar y amar es dar sentido a nuestras vidas a través de todas las cosas que hacemos"

Ya sea amar nuestro trabajo, aficiones, relaciones personales, románticas y más.

En cambio, si renunciamos a amar o nos arrepentimos de haberlo hecho

También renunciamos a la parte más hermosa y significativa de nosotros mismo.

¿Y cómo se sana el amor perdido?

De acuerdo a un estudio desarrollado por la Universidad de Londres, existen diferencias en cómo los hombres y mujeres afrontan una ruptura.

Tal parece que la respuesta emocional es muy distinta en ambos géneros

Las mujeres tienden a sentir mucho más el impacto de la ruptura, pero suelen reponerse mucho más rápido que los hombres.

En cambio, los hombres suelen aparentar estar bien y usar una máscara de fortaleza al refugiarse en sus ocupaciones

No obstante, no siempre logran superar esa ruptura o tardan años en hacerlo.

¿Por qué ocurre esto?

Aunque suene sorprendente, las mujeres disponen de mejores habilidades a la hora de gestionar sus emociones, lo que facilita el desahogo y las motiva a buscar apoyo. Incluso, pueden hallar el perdón y pasar página.

De cualquier forma, y más allá de los géneros, debemos dejar claro una cosa:

Ningún fracaso emocional puede vetar nuestra oportunidad de amar y ser felices de nuevo. Dejemos de ser esclavos del pasado y pensemos más en el futuro.

Otro cosa que debemos aclarar es que amar no es sinónimo de sufrir

No creemos esperanzas en una relación que sabemos que tiene fecha de caducidad. En ocasiones, una retirada a tiempo es mejor para nuestros corazones, ya que nos abre un montón de posibilidades.

Y tú, ¿qué opinas al respecto?

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