Te Sorprenderás al Ver lo que Construyó Este Magnate en el Pueblo que Compró y Destruyó

Este hombre no nació siendo rico, él supo lo que era la pobreza extrema desde pequeño cuando vivía en el poblado de Xiongkeng, en el sur de China, no obstante al ver cómo sufrían sus amigos y familiares que vivían en simples casas de madera, se juró trabajar duro y estudiar, gracias a su ambición rápidamente comenzó a ganar dinero hasta volverse millonario. ¡Increíble!

Tan solo cinco años atrás, Xiong decidió visitar su pueblo natal, pero no pudo contener las lágrimas al ver la situación de pobreza en la que se encontraba. Nada había cambiado.

Mientras se encontraba allí le vino a la mente todo lo que sufrió en sus primeros años de vida, entonces comenzó a meditar sobre su riqueza, después de un rato se le ocurrió una idea que le daría un giro a la vida de todas las personas de esta aldea.

El hombre de negocios tomó la decisión de comprar el pueblo y derribar el lugar a totalidad, entonces el mismo pagó la construcción de departamentos de lujo para que 72 familias pudieran vivir allí y aparte pavimentó las calles.

Sin embargo, Xiong es una persona con gratitud y recordó a aquellos que lo ayudaron en su niñez, así que para estas 18 familias tenía un regalo de agradecimiento sorprendente. ¡Sorpresa! Él les dio como regalo su propio pueblo. ¡Increíble!

Xiong comprendió que gracias a la industria del acero ahora tenía más dinero del que podría gastar en toda su vida. El magnate afirmó “nunca dejo de pagar mis deudas y quería darle las gracias a esas personas que nos ayudaron a mí y a mi familia un tiempo atrás”.

Pero ¿adivina qué? Ahí no termina su bondad y no solo le ha dado viviendo a cientos de personas, además ha donado fondos para que los ancianos tengan aseguradas sus tres comidas al día. ¡Guau! Este millonario es un pan de Dios.

Xiong Shihua es un ser humano admirable y muy leal, si todos los ricos fueran como él no cabe duda de que este mundo sería distinto, gracias a él ahora 90 familias podrán vivir dignamente.

¡No olvides compartir esta bella historia con tus seres queridos!