Su fealdad la llevó a la muerte por órdenes de Hitler pero hizo todo para salvar a sus hijos.

En cada país se tiene un concepto diferente de la belleza. Mientras que unos ven belleza en algo, para otros es lo más horrible del mundo. Cada quien tiene sus gustos y tradiciones.

Por suerte, en el mundo moderno, las personas son más tolerantes en relación a  quienes son diferentes o a los que sufren de alguna malformación física, pero en otros tiempos, quienes nacían con esta condición padecían de innumerables abusos y burlas. Los humanos eran más ignorantes y por ende mucho más crueles.

Ahora, te hablaremos de una triste historia que te enseñará una gran lección de vida.

Ella es Mary Ann Bevan, una mujer que fue considerada la mujer más fea del mundo, ya que padecía una enfermedad que deformó su rostro.

"Mary Ann Bevan, La mujer más fea del mundo"

Ella nació en el año 1900 y tenía una vida completamente normal. Era enfermera y se unió en matrimonio con un afectuoso vendedor de flores cuando tenía 29 años de edad, con quien tuvo tres hijos.

Desafortunadamente, en el año 1932 su marido perdió la vida en un lamentable accidente, lo que le provocó a Mary Ann varias crisis nerviosas y esto desató su enfermedad.

La enfermedad que sufría se denomina acromegalia, es una extraña enfermedad que afecta de manera hormonal el crecimiento y crea malformaciones impredecibles.

A los 34 años Mary Ann empezó a percibir los primeros síntomas de esta atroz enfermedad. Siempre presentaba fuertes dolores de cabeza, pero esta mujer de carácter fuerte hizo a un lado su salud para poder mantener y dar de comer a sus pequeños hijos.

Para su infortunio, los trabajos a los que ella se dedicaba no eran suficientes para alimentar a sus hijos. Así que se vio obligada a participar en un concurso llamado “La mujer más fea del mundo”, ya que darían un gratificante premio al primer lugar, lo que sería suficiente para pagar sus deudas y cubrir algunos meses de renta.

Como era de esperarse, Mary Ann obtuvo el primer lugar lo que la llevó a la fama de inmediato.

Tras su participación en el concurso, trabajó en varios circos, en los que mostraba las consecuencias de su enfermedad para entretener al público.

Mary Ann no solo tuvo que soportar innumerables humillaciones en su trabajo, sino que fue acosada y perseguida por órdenes de Hitler para ser asesinada a causa de su aspecto físico, pues tenía la idea de que en Alemania no podía existir una mujer "así de fea".

En una oportunidad, una famosa empresa lanzó una postal con la cara de Mary y como título decía “La mujer más fea del mundo”, y tuvo muchas ventas. Por fortuna, un importante y generoso médico de la época puso una queja al notar que se burlaban de una mujer que padecía una terrible enfermedad. La empresa pidió disculpas a Mary Ann y le pagó una gran suma de dinero como muestra de arrepentimiento.

Sin duda la vida de esta mujer es una muestra de coraje y tenacidad, ya que sin importar su condición, logró sacar a sus hijos adelante para  que se convirtieran en hombres de bien.