Siete Años Con Cáncer y Desahuciado: "¡Entiérrenme en la Tumba de Mi Madre!"

“Solo así mi madre podrá protegerme cuando yo esté en el cielo”.

Filip Kwasny es un niño de 7 años y sufre cáncer. El transplante de médula no dio resultado ni ninguno de los tratamientos realizados, por lo que sus doctores directamente lo desahuciaron.

 La situación es desesperante para todos: 

A pesar de lo serio de su estado y a su corta edad, él entiende lo que está pasando a la perfección. 

Por eso ahora, consciente de todo, pide un último deseo: Complicado, difícil pero lleno de nobleza y de gran importancia para él. 

Estos son los padres de Filip:

En una foto el día de su casamiento, en ella podemos ver quién fue la madre del pequeño. 

La mujer murió, cuando el niño tenía tan solo dos años, a causa de un cáncer. 

Filip quiere estar protegido por su mamá:

"¡Quiero que me entierren en su ataúd!", “Así mi mamá me cuidará cuando esté con ella en el cielo”.-Filip Kwasny-

Es una tarea dificultosa: son necesarios más de $8.000 

Actualmente, Filip,vive en Reino Unico con su padre y la familia que el hombre ha formado junto a su nueva esposa, mientras que la madre del pequeño está enterrada en Polonia. 

El dinero no será destinado tan solo a cumplir del deseo del niño, por el que el padre Piotr Kwasky está luchando desesperadamente; sino que es necesario también desenterrar a la madre y volverla a enterrar acompañada de su pequeño. Piotr intenta sobrellevar la situación como puede pero es evidente que está muy afectado emocionalmente. 

“Este es un momento muy estresante y angustiante para todos nosotros. Nunca me imaginé que tendría que enterrar a mi hijo … uno no debe ir delante de un hijo”.-Piotr Kwasny-

Filip está demasiado débil como para viajar.

Por el momento el pequeño sigue la quimioterapia en el hospital Great Ormond Street, aunque los médicos han perdido toda esperanza y la realizan simplemente para aliviarle los dolores. 

“Hay una campana fuera del cuarto de Filip. Los pacientes la tocan tres veces cuando terminan su tratamiento, sanan y pueden irse. Filip, mi hijo, nunca podrá tocar esa campana”.-Piotr Kwasny-

Desde todo el mundo están enviando fuerzas a Filip, nosotros también queremos apuntarnos. 

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