¿Por qué las mujeres se vuelven atractivas si no quieren ser acosadas por los hombres?

¿Por qué las mujeres se vuelven atractivas si no quieren ser acosadas por los hombres?0shares

Todos estamos conscientes de lo frecuentes que se han vuelto los acosos sexuales y agresiones callejeras contra las mujeres hoy en día. Ya que prácticamente una chica no puede ir al metro o subirse a un bus sin ser objeto de "piropos" ofensivos y silbidos molestos.

Por supuesto, toda mujer tiene derecho de sentirse bien consigo misma vistiéndose, peinándose y maquillándose de la manera que quiera. Pero, ¿son ellas las culpables de incitar a los hombres a actuar de esa manera? Esta sería una pregunta bastante interesante.

Otra pregunta que también logró atraer nuestra atención fue la que un chico le hizo a la reconocida columnista Heidi Stevens: ¿Por qué las mujeres se vuelven atractivas si no quieren ser hostigadas? ¡Aquí te dejamos la respuesta!

Todo comenzó cuando un hombre llamado Steve decidió enviarle un correo a nuestra amada Heidi.

Después de que la columnista escribiera un interesante artículo sobre el movimiento #MeToo, el cual estaba inspirado en el acoso sexual y las acusaciones de asalto contra Harvey Weinstein, este chico decidió escribirle lo siguiente a Heidi:

"La pregunta central que debería hacerse, Heidi", escribió, "es: ¿por qué las mujeres intentan hacerse más atractivas?".

Por su parte, Stevens, la columnista estrella, no pensaba que esa era la pregunta que debíamos hacernos en realidad.

Según ella, lo que muchos se han estado preguntando durante décadas era: "si las mujeres están tan reacias a ser acosadas, ¿por qué se toman tantas molestias para verse tan atractivas?".

Aunque Heidi tenía mucho qué decirle a Steve, decidió enviarle algo benigno acerca de cómo las mujeres se hacen atractivas por las misma razones que los hombres:

Para sentirse confiadas, ganar capital social en una cultura que premia la belleza física, volverse contra sus exparejas y lograr citas con personas que les resulten apuestas.

No siendo suficiente, la columnista le agregó: "No es una contradicción querer todas esas cosas y no querer que un hombre se masturbe frente a ti".

¡Y tiene razón! 

Sin embargo, no todo es tan simple como quisiéramos.

Stevens continúa diciendo: "No creo que podamos tener una conversación honesta sobre el acoso sexual y la agresión sexual en este momento sin hablar de todas las formas en que hemos tomado los cuerpos de las mujeres, y en lo que los hemos convertido".

"Los usamos en vallas publicitarias. Los usamos para vender membresías de gimnasios...".

"...[Para vender] cirugías plásticas, automóviles, revistas, licores, ceras para bikini, multivitaminas, ropa interior, champú, perfumes, agua embotellada y centros turísticos con todo incluido".

"Los usamos en el porno y en clubes de striptease para que la sangre fluya a todos los lugares correctos, sin emociones requeridas".

Por lo que prácticamente se desvinculan los cuerpos de la mujeres con la humanidad, considerándolos "objetos".

Y es por esa "deshumanización" que los hombres parecen no entender por qué las mujeres nos arreglamos.

"Me pregunto por qué entendemos mucho mejor la propiedad cuando hablamos de las posesiones preciadas de una persona que cuando hablamos del cuerpo de una mujer", continua la columnista.

"Nunca escuché a un hombre explicar un robo al preguntar por qué un propietario de una casa se preocupó de cuidar tan bien su casa si no es para atraer a otros" o "explicar un robo de auto al preguntar por qué un conductor se molestó en conducir un automóvil tan bueno".

Puedes que pienses que hablamos de manzanas y naranjas. Pero no es así.

Así como cualquiera no quisiera que alguien tomara sus posesiones preciadas, las mujeres no queremos que los hombres abusen de nuestros cuerpos por parecerles "atractivos".

Sin embargo, aún no estamos listos para considerar al cuerpo de una mujer como una posesión de ELLA.

Algo que todos deberían respetar y cualquier clase de abuso debería ser penado legal o moralmente.

Aunque, coincidiendo con Heidi, creemos que podremos llegar ahí algún día.

"Lo que puede ser más difícil de cambiar es la sensación de que las mujeres son de alguna manera culpables de su propia violación", indica Stevens.

Sin embargo, si algo bueno hay de esa tormenta de acusaciones.

Es que podemos, con un poco de esfuerzo, descubrir cómo darles a las mujeres una agencia incondicional e inquebrantable sobre sus cuerpos y, por lo tanto, su humanidad.

Y así " examinar los sesgos que han impedido que eso suceda hasta el momento, y podemos preguntar, honestamente, por qué somos tan reacios a desalojarlos".

Entonces, ¿por qué creemos que las mujeres provocan a los hombres con eso?

Esta es la verdadera pregunta que deberíamos plantearnos.

Esperemos eliminar en algún día esa falsa creencia de que las mujeres son las culpables de estos abusos.

Ya que, después de todo, son sus cuerpos y deberíamos respetarlos.

Y tú, ¿qué opinas al respecto?

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