¡No Creerás Quién la Buscó Después de Perder 63 kilos!

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Rachel nunca pensó que su vida tomaría este rumbo después de perder 63 kilos.

Aunque nunca había hecho ejercicio ni se había preocupado por bajar de peso, todo cambió para Rachel Heffner, de 25 años, cuando su amor de la niñez la rechazó por ser gorda, pesando los 128 kilos. Este fue un parteaguas en su vida, y en Año Nuevo se propuso a bajar de peso. Tomó medidas serias como dejar de consumir bebidas con azucar, comer menos, e ir al gimnasio.

Rachel alcanzó su meta de bajar la mitad de su peso en 65 kilos, y ahora tiene una vida muy sana que le durará a largo plazo. Esto es increíble considerando que pudo haber alcanzado un IMC de 50 a sus 20 años si no hubiera empezado a cuidarse.

Rachel estaba tan concentrada con su propia vida que un día sucedió algo sorprendente. La misma persona que la había rechazado cuando niños volvió a su vida con intenciones románticas. Sin embargo, ella recordó como fue rechaza de niña, y para demostrarle su error, ella le devolvió el rechazo a el. Dijo esto al Daily Mail:

"Al principio yo quería demostrarle a todos que estaban en el error. Cuando estaba en la escuela un niño me rechazó y le demostré que se había equivocado. A mí me gustaba, pero yo no le gustaba a el. Y me hizo saber que era porque yo era gorda, y él no sentía atracción hacia mí. Me invitó a salir un par de veces, pero le quise dejar claro que yo no siento nada por el más que amistad."

En todo esto, el chico que la rechazó supo que él había sido la razón para que ella perdiera peso.

“Cuando se lo dije estaba sorprendido, y me pidió disculpas por las cosas que había dicho en ese entonces. Pero de no haberme rechazado, mi vida no hubiera cambiado. Incluso le di las gracias por eso. No le guardo enojo"

Rachel ya era gordita de niña, pero cuando su mamá murió de cáncer en el 2004, pocas cosas la ayudaron a sobrellevar la tristeza como la comida, este fue un punto donde todo empezó a salir mal.

“Yo era muy pequeña cuando pasó esto, no sabía que me hacía tanto daño la comida chatarra, y no le hacía caso a mi papá. Me gustaba todo lo que fuera azucarado o frito. Era todo lo que comía."


Uno de los retos más difíciles de afrontar es dejar de tomar bebidas azucaradas, pues consumía bastante. 

Las fue dejando poco a poco, reemplazando por bebidas menos azucaradas hasta cambiarlas por completo por agua.

“No fue un cambio fácil. No me llenaba por completo al comer frutas y verduras, a veces tenía que tomar más agua para sentirme satisfecha."

Al final valió la pena todo lo que ha logrado, y es tan notoria la diferente que la gente no sabe quién es ella a primera vista.


"Quiero ir a la reunión de generación de 10 años, ahí si nadie va a saber quién soy."

Al haber bajado tanto de peso, Rachel tiene un pequeño problema: exceso de piel. Por suerte, esto se puede corregir con cirugía, y aunque es cara, está trabajando muy duro para ahorrar dinero para este procedimiento, que con suerte lo logrará este año.

"Algunas marcas no me dan problema, pero esta piel me trae recuerdos de cuando pesaba el doble. Sólo quiero poder estar tranquila sin exceso de piel."


Lo que podemos hacer con fuerza de voluntad no tiene límites. COMENTA y COMPARTE con esas personas que crees que necesitan un poco de apoyo y tomar a Rachel como ejemplo. 

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