Mi mamá dice que yo debería ser ingeniero

Con bastante frecuencia ocurre que hay que reparar o hacer algo pero las herramientas adecuadas no están a mano y es en ese momento cuando sale a relucir lo que muchos llamaríamos «Ingeniería doméstica» o «malicia productiva», una ciencia que no conoce fronteras ni vergüenza.

Las creaciones, fruto de estos momentos de lucidez creativa son tan peculiares que en algunos casos no sabes si reír o llorar. Buenamente.com te presenta una pequeña y divertida colección de los mejores momentos cuando la gente ha dicho «¡ya está, lo reparé!».

Esta en realidad sí es una buena idea. Aún mejor cuando pones un sobre en vez de un papelito.

A ellos les dijeron que no sabían qué era eso de viajar cómodamente. Estaban equivocados

¿Ya has visto lo limpios que me quedaron los platos?

Ahora sí es seguro que apagarán la luz al salir.

Preparándome para las vacaciones en el mar

¿Compás has dicho? ¿Quién lo necesita?

Aquí está el eslabón más débil, y vaya que sí es débil.

Ya sabes, un plasma es lo que está de moda.

Una defensa más natural

Ya está, creo que con esto bastará. Y pensar que se gastan millones en ingenieros...

Esta también es una buena idea para secar los zapatos. De veras

¿Qué hacer si hay una arañota en la pared? Paso Nº1: atrápala y corre.

«Y tú me decías que no cabría... Te agachas un poco y vas, todo solucionado»

Si la fiesta no va a a tí, llévala contigo

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