Más que una madre perfecta, tu hijo necesita una comprensiva y serena

Más que una madre perfecta, tu hijo necesita una comprensiva y serena51shares

Ser madre es una experiencia maravillosa, desde luego. Para la mujer es un encuentro con emociones que no se sabía capaz de sentir, es re-descubrir su cuerpo en el proceso y entregarse a otro ser vivo como no imaginó jamás. Pero, a pesar de este amor incondicional, sigue siendo un ser humano como cualquiera, y esto es algo que muchas veces, la necesitad de darles a sus hijos la "madre perfecta" lleva a las mujeres a olvidarlo. 

Ellas también pueden tener días más sensibles, estar cansadas e incluso sentir deseos de darse un espacio personal y dedicarle unos minutos a la mujer que fueron antes de dar a luz, o en otras palabras, mantener su identidad. 

Sin embargo, son ellas mismas quienes se juzgan con mayor dureza, especialmente cuando se trata de los momentos en los que la magia de la maternidad deja de ser tan resplandeciente. 

Las madres modernas

Para empezar, recordemos que en este mundo de hoy, las madres ejercen más de un rol. Ellas atienden una oficina, su hogar y a sus hijos, como mínimo, por lo tanto es más que admisible que se sientan cansadas o con estrés de vez en cuando. 

Ellas son las que más se exigen

Si pensabas que la mayor demanda venía de parte de los hijos o la sociedad, estás equivocado. El deseo de una madre de ser perfecta para sus hijos las hace ser mucho más dura consigo misma a la hora de juzgarse. 

El mensaje equivocado del entorno

Esto no quiere decir que el estereotipo de la madre perfecta que jamás piensa en negativo no ejerza la suficiente presión como para notarse en las emociones de la madre. 

Es allí donde empieza el trabajo de todos

La madre debe reconocerse a sí misma que es humana y, por lo tanto, tiene derecho a sentir emociones negativas, y el resto del mundo debe respetar ese sentimiento. 

Lo importante es cómo se canalizan dichas emociones

Evidentemente las acciones (verbales o físicas) son las que realmente tienen repercusiones en el niño, por lo que es allí donde la madre realmente llega a su perfección. 

Para comprender mejor, hagamos un ejercicio simple

Imaginemos que estamos lidiando con la hora de dormir de nuestra hermosa bebé. Es tarde y ella no parece estar dispuesta a irse a la cama

Por el contrario, su humor pasa de irritado a risueño, mientras libra una batalla contra el sueño

En ese momento, recuerdas que sus dientes han comenzado a asomarse y piensas que debe sentir algo de malestar, por lo que decides ser paciente

Cedes un poco y juegas un rato más para que ella se sienta complacida

Sin embargo hoy te has levantado muy temprano y has pasado un día de carreras, por lo que estás bastante cansada y tu paciencia no es la misma

Luego de unos minutos sientes como tu paciencia cede ante el agotamiento y comienzas a sentirte frustrada porque la bebé no se duerme 

Finalmente, pierdes la batalla y comienzas a decirle firmemente y de forma repetitiva: "a dormir"

Casi inmediatamente, la culpa se apodera de tí, seguida de la vergüenza, ¿qué clase de madre eres? ¿Dónde está tu paciencia infinita? 

En estos momentos muchas madres se sienten mal consigo mismas, cuando en realidad no están siendo más que seres humanos normales

En ese momento es cuando debemos recordar que una madre es también una persona, con emociones propias y derechos como cualquiera

La madre perfecta no es aquella que carece de emociones negativas

Todas las madres tenemos múltiples emociones a diario, y aunque muchas de ellas son maravillosas, otras no lo son tanto

Las hormonas, el agotamiento, las responsabilidades, el estrés, son factores que influyen mucho

Lo importante es lograr mantener esos sentimientos negativos alejados de tus acciones para no afectar a tus hijos u otras personas

Si le decimos a nuestros hijos que lo importante son sus acciones, lo mismo debe aplicar para las madres

Especialmente aquellas que cumplen con su papel de madre, profesional, ama de casa y hasta cumplen con rutinas de ejercicios

Después de todo esto, es perfectamente comprensible que estén agotadas y deseen un rato de descanso

Una madre perfecta es aquella que toma sus sentimientos negativos y los desahoga con una almohada 

No dejes que sentir ira, cansancio, culpa o vergüenza le resten brillo a lo excelente madre que eres

Reconocer tus emociones y canalizarlas de la forma correcta es lo que te hace una madre ideal para tu hijo

Entonces sabrás que eres una madre serena, paciente y en paz

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