Lo que hizo esta mamá mono con su cría muerta te dejará espantado

Babuinos, orangutanes, bonobos salvajes, macacos japoneses y Rhesus. Todas estas especies de primates han sido observadas comiendo a sus propios bebés fallecidos. A esta lista hay que añadir ahora al macaco de Togian.

El macaco de Togian es un macaco indonesio endémico del archipiélago de las islas Togian y del centro de la isla de Célebes. Su especie está amenazada por la destrucción de su hábitat natural y se alimentan, según estudios, principalmente de fruta.

Investigadores se encontraban en el Parco Faunistico di Piano dell’Abatino, santuario de animales en Italia, observando a Evalyne, una macaca de Togian residente del parque, y a su cría, la cual lamentablemente murió cuatro días después de nacer.

Durante las 48 horas posteriores al fallecimiento de la cría, Evalyne parecía devastada, gritaba y se miraba continuamente su propio reflejo en la puerta del recinto. Pasado ese tiempo, el animal cambió su carácter. Se fijó en el cadáver de su cría, la cogió con sumo cuidado y comenzó a prestarle atención especial a su cabeza y rostro.

“A pesar del obvio olor a muerto, lo limpiaba regularmente, sobre todo su rostro,” escribió uno de los autores de la investigación

En el caso de las mamás primates tras la muerte de una cría, también se ha visto en repetidas ocasiones cómo son capaces de mantener un ritual, un comportamiento que, a la vista humana, podría parecer motivado por el dolor de la pérdida (o quizá la falta de conciencia de la propia muerte del bebé).

Después de que se desecara progresivamente en la primera semana, el cadáver alcanzó una momificación completa en el octavo día

El cráneo se desprendió el día 14, pero Evalyne continuaba cuidándolo y llevándolo con ella a todos lados. Usualmente lo acarreaba en su mano o en su boca e incluso luego corría para recuperarlo si se le caía.

Durante la segunda semana, Evalyne continuó colocando el cadáver en su vientre, aunque la piel y la carne habían desaparecido del cráneo

Para el día 19, Evalyne comenzó a comerse la piel y partes del cuerpo del pequeño

El día 22 ya el cadáver estaba casi desintegrado, pero Evalyne seguía cuidándolo

El día 25 fue la última vez que se la vio con una parte de él

Esta es la primera vez que los investigadores ven a una hembra de esta especie comerse a su propia cría, aunque en otras especies de primates no es extraña esta conducta

Aunque esto no indica que entiendan lo que es la muerte, su reacción cuando acababa de morir sin duda es una respuesta emocional a la falta de su bebé

Quizás al acicalar su cabeza y su boca, estaba intentando obtener alguna reacción por parte de ella

En cuanto a por qué terminó comiéndose el cadáver, es más complejo. Lo investigadores hipotetizan que “la madre pudo haber perdido la noción de lo que representaban los restos de su cría”

Es realmente impresionante cómo los primates son al mismo tiempo tan parecidos y tan diferentes a nosotros