Las 10 reglas de los hogares judíos que hace que sus niños sean pequeños genios

Las 10 reglas de los hogares judíos que hace que sus niños sean pequeños genios103shares

La mayoría de las madres del mundo, sean de la cultura que sean, se pasan la vida soñando con que sus hijos se conviertan en unos pequeños genios. Pero a pesar de la infinidad de trucos y consejos que abundan en los libros especializados y en las múltiples páginas de internet acerca de crianza y educación infantil, no existe aún un libro de reglas definitivo acerca de cuál es la manera ideal de criar un hijo.

Las madres judías, por otro lado, no tienen la necesidad de recurrir a ninguna clase de artículo psicológico, ni a foros para padres en internet y, aún así, sus hijos frecuentemente se convierten en pequeños genios. Hoy, en Buenamente.com hemos decidido tratar de descubrir cuál es su secreto y en esta búsqueda hicimos un descubrimiento muy importante: que estas madres hacen uso de un juego de reglas que resultan cruciales en la crianza.

Esa es la razón por la cual las madres judías, en lugar de darles lata constantemente a sus hijos a causa de lo desordenado que están sus cuartos, les permiten vivir su vida como quiera que les parezca cómodo, pero explicándoles porqué el orden y el aseo les serán muy útiles con el paso del tiempo.

10. Nada pasa desapercibido

Los psicólogos modernos recomiendan no elogiar a tu hijo por cualquier cosa, de manera que estimules su desarrollo. Sin embargo, los padres judíos están convencidos de que cualquier logro debe ser recompensado.

Incluso si el niño de una madre judía le lleva una servilleta con un garabato irreconocible por toda su superficie, ella encontrará un patrón y se lo mostrará orgullosa, como si fuera una pintura, al resto de la familia.

9. Existe el auto-control infantil

En las familias judías no se puede castigar a los niños quitándole las cosas. En su lugar,  tienen varias reglas que garantizan un beneficio por una acción correcta. De esta manera, el niño no piensa estrictamente en términos de restricciones y castigos, sino que aprende a corregir su comportamiento por su propio bien.

No es por el temor a ser castigado que un niño judío no derrama el perfume de su madre en el perro del vecino: es porque sabe que en lugar de comprar un perfume nuevo mañana, su madre podrá comprar comida con ese dinero.

8. Papá es el líder y también lo es mamá

El respeto por los padres se enseña desde una edad temprana. Cada niño del hogar sabe que sus padres son los líderes y que todo lo que él hace es de menor importancia.

De esa manera, los niños nunca dependen de sus padres para que hagan algo por ellos o les consigan cosas, sino que intentan lograr las cosas por sí mismos.

7. Libertad inteligente

De hecho, a los niños judíos se les permiten muchas cosas. Incluso dibujar en el papel tapiz es visto como un signo de que el niño tiene el potencial artístico de un gran pintor.

Sin embargo, hay una línea que incluso un niño judío no puede cruzar: irrespetar su familia. Pintar el gato de rosado puede merecer sólo una mirada de desaprobación, pero insultar a uno de sus padres le ganará al chico un castigo severo.

6. Toda la energía se agota eventualmente

Otros padres pueden sentirse exhaustos sólo de mirar cómo se comportan los niños judíos. Pasan todo el día corriendo y nadie les dice "¡No te trepes ahí!", "¡No toques eso!", o "¡Cálmate!"

Los padres de niños así de enérgicos creen que es importante para los niños dejarlos drenar toda su energía mientras aún son pequeños. De esta manera, cuando sean adultos, serán más seguros de sí mismos y perseverantes en todo lo que emprendan.

5. Aceptar el desorden

Los niños judíos con frecuencia están rodeados de caos, lo cual no molesta a sus padres. Ellos entienden: los niños son descuidados, tumban cosas al suelo y derraman todo a su alrededor.

4. El exterior lo es todo

Si una madre europea se fijara en cómo lucen los niños judíos cuando pasean, enloquecería. Con frecuencia van cubiertos en barro, sus dedos están pegajosos, sus rodillas polvorientas y les faltan algunos botones.

La verdad es que mantener a tus niños limpios y prolijos al aire libre toma mucho tiempo y esfuerzo de parte de los padres, así como del niño. Lo padres judíos consideran innecesario para el crecimiento personal y el desarrollo del niño el tener siempre limpia la ropa. A los niños no les importa en lo más mínimo cómo lucen.

3. La confianza es la mejor recompensa

¿Entonces cómo debemos recompensar esos esfuerzos? No con caramelos, eso es seguro.

En las familias judías, un niño es recompensado con confianza. Si se le da plena confianza para hacer una tarea por sí mismo, para el niño significa que está haciendo un buen trabajo.

2. Todas las cosas son difíciles antes de volverse fáciles

Para volverse independientes, los esfuerzos de los niños deben ser reconocidos y apreciados. Si un niño inicia un nuevo hobby, a la edad que sea, sus padres deben apoyarlo y alentarlo.

Si algo no va bien, los familiares mayores dirán “Kol haschalot kashot“, que significa: ”Todos los comienzos son difíciles".

1. Recompensa la independencia

En las familias normales los padres están convencidos de que los niños triunfarán en la vida si creen que pueden hacer cualquier cosa. Pero en las familias judías los padres creen que es más importante que los niños piensen que pueden hacer cualquier cosa por sí mismos.

En los cafés de Israel es común ver a un niño de un año comiendo un bistec por sí mismo. Esto ocurre porque a los niños se les permite hacer todo por sí mismos tan pronto como son físicamente capaces de ello.

De igual manera, los judíos tienen muchas herramientas para que los padres aprendan la manera de educar a sus hijos

Una de ellas es la página Jabad.com, que da ideas sobre cómo educar correctamente a los hijos. A continuación les mostraremos un extracto:

El poder del silencio 

Uno de los temas más preocupantes en la sociedad hoy en día es el tema de la delincuencia juvenil.  Una propuesta de la comunidad judía es que se haga un minuto de silencio al empezar cada día de clase en las escuelas públicas, en el cual el alumno debe pensar sobre el propósito de la vida

En relación con estos espacios de silencio, los líderes han dicho que a veces es necesario un poco de "espacio en blanco"

Las estadísticas indican que los sitios en los que se ha aplicado el minuto de silencio ha disminuido la delincuencia juvenil, ya que los chicos han utilizado ese espacio para la reflexión.

No es necesario gritar

Las familias judías hacen mucho hincapié en no gritar. Cuanto más gritemos, mayores serán los problemas de conducta de nuestros hijos: desobediencia y desafío, en casa o el colegio.

Los niños que viven en un ambiente hostil tendrán más problemas sociales 

Ellos, además, serán víctimas de hostigamiento, o serán hostigadores, les costará hacer amigos y mantenerlos.

La educación ha sido considerada como el valor central y la principal preocupación de la vida judía

Para los judíos "nadie es pobre, excepto aquél que carece de conocimientos". Una persona que tiene conocimientos tiene todo. 

Nunca se debe escatimar en educación 

El énfasis en obtener conocimientos se debe, en primera instancia, a que el aprendizaje es considerado como un ingrediente esencial para alcanzar una vida santificada como lo prescribe la ley hebrea.

Enséñales a respetar 

Como ya lo hemos mencionado, la mejor forma de enseñar es con el ejemplo. Cuando el niño está acostumbrado a ser tratado con consideración, él o ella aprenderán cómo respetar a los demás y de qué manera profesarle el mismo respeto a sus padres.

El respeto es algo que nos tenemos que ganar, no es una actitud que le podemos exigir a los demás


La consideración se extiende a todos los aspectos de la vida del niño, como puede ser no abrir su correspondencia, o golpear la puerta antes de entrar a su habitación, no escuchar las conversaciones telefónicas con sus amigos, etc.

Aprende y enseña la comunicación productiva

Un viejo dicho jasídico señala que hay tres tipos de conversaciones. La primera, en la que todo el mundo habla y nadie escucha. La segunda, en la que una persona habla y los demás escuchan. La tercera es aquella en la que nadie habla, pero todos escuchan.

Nuevamente haciendo alusión al poder del silencio...

Las pausas en las conversaciones son tan importantes como las palabras que les siguen. Pueden ser incluso más esenciales. Dales el tiempo de entender y actuar al respecto.

Cree en tus hijos 

La confianza que los padres judíos inculcan en sus hijos los lleva a ser académica- y profesionalmente más exitosos. 

Esa confianza ha hecho que los niños judíos se perciban más inteligentes

Los chicos judíos no son necesariamente más brillantes que otros niños, pero creen que lo son.  Los niños que creen que pueden ser exitosos generalmente tratan de serlo. Por el contrario, los chicos que no lo creen, tienden a fracasar.

Creer es poder

Si crees que puedes -o no puedes- hacer algo: ¡tienes razón! El hecho básico es que nunca podrás exceder lo que piensas sobre ti mismo. Si creas un concepto limitante acerca de ti mismo, esta idea es una garantía de fracaso. Cambia este concepto al de desarrollar confianza positiva en ti mismo.

La importancia del tiempo

Educar a los hijos es algo que requiere una importante inversión de nuestro tiempo. Con respecto a esto, no tenemos elección.

El momento es ahora

Podemos decidir educar a una edad temprana y formar en nuestros niños caracteres positivos y actitudes que les servirán en su vida adulta. O podemos escoger gastar ese tiempo en otros asuntos, para después salvarlos de los problemas y las travesuras que cometan cuando son ya mayores...

¿Qué opinas de esta manera de educar?

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