La mágica historia de amor de la pareja que se conoció en el rodaje de "Blancanieves".

Cada vez que escuchamos sobre una historia de amor aprendemos algo nuevo. Y esta pareja en particular nos enseña cómo amar con coraje y perseverancia. La historia de amor entre Laura y Nathan, de 26 y 37 años de edad respectivamente, inició cuando se conocieron durante las funciones que ofrecieron para las presentaciones de la obra de Blancanieves, en Sunderland, Reino Unido.

Ambos nacieron con enanismo congénito. Aunque presentan diferentes versiones de esta enfermedad: Laura sufre de acondroplasia, una anomalía congénita resultado de una mutación genética en el receptor de la hormona del crecimiento, mientras que el diagnóstico de Nathan es pseudoacondroplasia, caracterizada por un déficit de crecimiento grave y malformaciones, tales como piernas arqueadas e hiperlordosis. Siendo las dos condiciones hereditarias.

Su amistad empezó durante un rodaje de “Blancanieves”.

Los dos obtuvieron roles de gnomos y no dudaron en enamorarse.

Decidieron casarse, pero algo los obligó a suspender los preparativos de la boda.

Se enteraron de que esperaban un bebé y en ese momento se sintieron muy abrumados por las decenas de opiniones de sus conocidos que les decían que lo mejor sería abortar. Incluso los médicos llegaron a considerar esa opción, debido a las complicaciones de salud que esto traería consigo.

Cuando asimilaron que su bebé llegaría pronto al mundo sintieron una alegría inexplicable.

A pesar del diagnóstico negativo de los médicos, quienes aseguraron que el niño inevitablemente heredaría las enfermedades de sus padres y no sería capaz de vivir más de varios días después del nacimiento.

El día que Lora vio a su bebé en el ultrasonido, supo que jamás podría renunciar a él. 

Su diminuto hijo Nathan Junior nació con las 2 maneras diferentes de enanismo que tenían sus padres.

Por lo cual su esperanza de vida no fue mucha, sin embargo ¡Un fenómeno ocurrio y pudo salir adelante!

Luego de su nacimiento todos en el hospital quedaron pasmados.

Ya que el bebé Nathan-junior seguía con vida después de varias horas de haber nacido.

Y el tiempo paso y el pequeño seguía respirando.

El pequeño Nathan Phillips Jr. todavía estaba vivo después de meses e incluso años. Dejando de lado lo que habían pronosticado debido a su condición.

Finalmente la boda se hizo realidad.

El momento fue simplemente mágico. Esperaron a que Nathan II fuera lo suficientemente mayor para poder llevar los anillos hasta el altar, anillos que representan su unión. Aunque, a pesar de los ensayos y todos las conversaciones previas al evento, el pequeño decidió que no quería llevar más los anillos y terminó arrojándolos al piso en plena ceremonia. 

A pesar de haber sido un momento incómodo, les robó a unos cuantos una gran sonrisa.

Fue tan divertido como esperado, pues los orgullosos padres saben que a su pequeño le encanta robar el show.

Con un beso sellaron su matrimonio para convertirse en marido y mujer.

Laura y Nathan no dejaron ni un momento de disfrutar del gran día.

Que para ellos fue el ¡más romántico de todos!

Su matrimonio fue propicio para demostrar la confianza, amor y cariño que se tienen el uno al otro.

No sólo compartieron la felicidad de casarse, sino además la dicha de que Nathan Junior estuviera saludable y feliz a su lado compartiendo ese memorable día.

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