La Lobotomía: Un Tratamiento Aterrador Que Te Hará Odiar La Medicina Moderna

La Lobotomía: Un Tratamiento Aterrador Que Te Hará Odiar La Medicina Moderna719shares

Cada vez que nos enfermamos, confiamos ciegamente en nuestro médico de cabecera, convencidos de que sus tratamientos nos mejorarán y serán para nuestro total beneficio, además jamás pensaríamos que harían algo para dañarnos, pero esto no fue así siempre. En la historia de la medicina se han cometido muchos abusos, y entre ellos se encuentra la lobotomía.

Una mirada al pasado...

A finales de 1880, el médico suizo Gottlieb Burkhart retiró parte de la corteza cerebral de dos pacientes que sufrían de esquizofrenia y alucinaciones. Luego de la intervención pudo comprobar que los dos individuos se sentían más calmados. Aunque muy poco les preocupo que uno falleciera y otro terminara suicidándose en los siguientes días, esto fue considerado como un rotundo éxito e inicio de un sin fin de trabajos similares.

Más tarde en 1935, el psiquiatra de origen portugués, Egas Moniz, publicó sus estudios sobre neurología y comportamientos agresivos, y sugirió que la lobotomía sería un remedio eficaz para enfermedades mentales graves.

Moniz extirpó el lóbulo prefrontal de varios chimpancés y observó que se volvían dóciles y sumisos después de la intervención. Esto lo condujo a la conclusión de que el impacto interno de los lóbulos contra el cráneo eran el que provocaba la conducta agresiva y otros tipos de enfermedades mentales y que si estos se retiraban quirúrgicamente, los pacientes quedarían curados completamente.

La primera intervención en humanos se llevo a cabo en 1936 y a pesar de que sólo uno de cada tres pacientes presentó resultados positivos, esta práctica también fue considerada un éxito. De hecho en 1949 a Moniz le fue otorgado el premio Nobel en medicina.

El apogeo y abuso de la lobotomía

Un sin fin de médicos y neurocirujanos de todo el mundo apoyaron el uso de la lobotomía como remedio para todo tipo de problemas mentales. Y no solamente para tratar cuadros graves de esquizofrenia, sino también para curar la depresión, la rebeldía y la delincuencia…

Aunque no fueron reconocidos como inventores, Estados Unidos llegó a ser una gran potencia lobotomizadora, y aplicó esta técnica también en niños, sobretodos en los que se diagnosticaba hiperactividad y/o trastorno de déficit de atención.

Fueron los neurocirujanos estadounidenses Walter Freeman y James Watts quienes perfeccionaron la técnica de Moniz creando así la “lobotomía transorbital de Freeman-Watts” en 1945.

Para proceder con este nuevo método no era necesario agujerear el cráneo del paciente, sino que se utilizaban las cuencas de los ojos para lesionar el lóbulo prefrontal con el uso de un pica hielos modificado y un martillo.

Cuando se lograba insertar la aguja, el médico procedía a mover de lado a lado el instrumento para separar, de manera tosca y a ciegas, el lóbulo prefrontal del tálamo. ¿Imaginas las consecuencias de una lesión como esta?

Para la nueva operación no se necesitaba la presencia de un cirujano y podía ser llevada a cabo por cualquier tipo de médico, lo cual contribuyó a que la lobotomía se extendiera por todo el mundo.

Y esto no es todo, Freeman recorrió todo el país haciendo demostraciones de su técnica en público y para instruir a otros médicos. Tal como si se tratara de un espectáculo, Fremman extendía la voz a expertos y curiosos para que se acercaran a contemplar el sencillo procedimiento realizando delante de ellos varías lobotomías al día. No lo hacía solo en centros psiquiátricos, sino también a pacientes particulares.

Centenares de vidas destrozadas

Se practicaron más de 50.000 lobotomías entre los años 40 y 60 en los Estados Unidos. De las cuales, se estima que alrededor de 3.500 y 5.000 fueron realizadas por el doctor Freeman.

Figura 123. Caso 22. Antes de la operación, 38kg.
Figura 124. Caso 22. Tres años después de la operación, 95 kg.

A pesar de que sólo lograban que una pequeña parte de los pacientes mostrara mejorías, en los libros y en la publicidad sólo aparecían los casos donde tuvieron éxito. Los miles de seres humanos que quedaron en estado vegetal y dependientes fueron ignorados por completo.

Los pacientes más afectados solían mejorar semanas después a la intervención. Los deprimidos eran capaces de sonreír, los esquizofrénicos mostraban comportamientos normales y los rebeldes se volvían dóciles pero al cabo de poco tiempo aparecían otros iguales o peores.

Figura 2 - Paciente de 27 años, con esquizofrenia catatónica, (A) antes de la lobotomía, (B) 16 meses después de la intervención.

Sufrían cambios inesperados y nada aceptables en su comportamiento, crisis epilépticas se presentaban en más de la mitad de los pacientes, infección cerebral, meningitis, osteomielitis, hemorragia cerebral, aumento de peso, pérdida de control sobre la micción y la defecación, entre otros síntomas.

Sin mencionar la muerte de casi el 20% de los pacientes durante el postoperatorio.

Muchos pacientes, sobretodo hombres decidían poner fin a sus vidas al poco tiempo. Mientras que otros, se convertían en una especie de zombies. Después de la lobotomía se les era arrebatada la voluntad, la capacidad de decidir y de manejarse por sí mismos.

La hermana de John F. Kennedy

A los Kennedy se les veía como la familia perfecta, a excepción de Rosemary, la hermana mayor. De acuerdo a los médicos, padecía de lo que en esa época se conocía como “retraso mental”; un desorden que no le permitía aprender y socializar con normalidad.

Su coeficiente era de 75 y era autónoma, pero cuando cumplió 20 años, presentó cambios de humor y un deseo sexual que sus padres no podían controlar, por lo que buscaron la ayuda de Freeman y Watts para hallar una solución.

Rosemary fue lobotomizada en 1941. Y como resultado, la sonrisa de la hermosa joven desapareció y se convirtió en casi un vegetal. Una adulta con una capacidad de raciocinio semejante a la de un niño de dos años. Murió en 2005 debido a causas naturales.

Motivos rebuscados

Muchas más personas en otras partes del mundo tuvieron el mismo destino. De los tantos 50.000 fueron en Estados Unidos, 17.000 en Inglaterra. 9.300 en Finlandia, Noruega y Suecia. Algunas de esas personas sí estaban enfermas, pero muchas otras no lo estaban.

Fig 4 - Se muestra la inserción del instrumento penetrando el globo ocular y el párpado superior, a través del surco y la materia blanca en el lóbulo frontal.

A pesar de que la lobotomía fue creada como un remedio para la esquizofrenia y otras enfermedades mentales graves, también fue utilizada de forma vaga y a manera de exploración.

Además se utilizó para operar a mujeres sufragistas o hijas rebeldes. También para deshacerse de una heredera a una fortuna o como alternativa al divorcio.

Fig 70 - Caso 49 diez días después de la operación. Las particularidades en el comportamiento amanerado continuaban por un largo tiempo después de la operación.

En hombres se utilizó como tratamiento para curar la homosexualidad y el manierismo, al igual que cualquier tipo de conducta socialmente inaceptable.

La lobotomía desapareció a finales de los años 50, y fue sustituida por la también controversial terapia electroconvulsiva y los nuevos fármacos antipsicóticos y antidepresivos. No ha sido prohibida y hoy en día es posible ponerla en práctica, aunque los tiempos de hurgar en los ojos y el cerebro con un pica hielos pasaron y hoy en día es usado como parte de un procedimiento médico con fines muy específicos.

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