La desgarradora historia de un niño de 7 años a quien nadie ayudó

La desgarradora historia de un niño de 7 años a quien nadie ayudó14shares

El maltrato infantil es tristemente una realidad en todos los países, a pesar de que ser padres es una de las experiencias más hermosas y gratificantes que alguien pueda tener, hay personas que, ya sea por problemas psicológicos o por sus propios traumas familiares, simplemente no están en la capacidad de criar un niño, ya que tarde o temprano terminarán por hacerles daño física o psicológicamente.

Un niño maltratado puede estar más cerca de lo que crees, en la historia que te presentamos a continuación conocerás un casó típico de un niño maltratado, que a pesar de todas las señales de alerta fue ignorado no sólo por sus negligentes padres sino por sus compañeros , maestros y la comunidad entera.

Este relato es ficticio y su versión original fue publicada en ruso, sin embargo esta basado en casos documentados de maltrato infantil y nos enseña los típicos signos que podemos ver en este tipo de casos

Tengo 7 años y me llamo Hernán

Quiero mucho a mi mamá y papá, pero también les tengo mucho miedo. Me golpean a menudo y la mayoría de las veces no sé por qué. 

Me gusta ir la escuela. Soy un buen estudiante y mi profesor me trata bien. Me caen bien mis compañeros de clase también, pero no tengo amigos. Normalmente me quedo en el salón durante los recreos porque nadie quiere jugar conmigo. He intentado hacerme amigo de ellos pero me rechazan y dicen que no soy buen jugador.

Se burlan de mi porque uso la misma ropa todos los días

Un día después de clases entre en el cuarto de objetos perdidos  y agarré una chaqueta que había estado ahi desde hace semanas sin que nadie la fuera a buscar, no quería tener tanto frío mientras caminaba hacia mi casa solo, bajo la lluvia. A pesar de la chaqueta tenía mucho frío y era difícil caminar contra el fuerte viento. De repente sentí como alguien me empujó, caí en la nieve y alguien presionó mi cara en ella. Escuché una voz que me decía:

“¡A nadie le agradas, idiota!”

Luego me dieron patadas en la espalda y en el estómago por un largo rato, luego se rieron de mi y huyeron.

No quería ir a a casa pues sabía que mi mamá me regañaría por llegar sucio, pero no tenía ningún otro sitio a donde ir, tan pronto como entré a la casa mi mamá me sujeto por el brazo

“¿Sabes que hora es? ¡Dónde has estado? ¿Cómo te ensuciaste así? Como castigo te quedarás sin cenar. Ve a tu habitación y no salgas”.

Tenía mucha hambre pero obedecí a mi madre para que no se enojara más.

Mis notas empeoraban cada vez más

Cuando recibía mi boletín de calificaciones mis padres se molestaban mucho. Una vez mi papá me golpeó tan fuerte que no pude mover la mano en varios días. Los niños se rieron de mí por no poder hacer los deberes.

Un día tuve mucho dolor en el pecho

A mamá y a papá no les gustaba que me enfermase, así que me acosté en mi cama y recé porque no me doliera más porque no quería molestar a mis padres, los amo mucho y no quiero causarles molestias.

Al día siguiente en la escuela el profesor nos pidió que dibujádemos nuestro sueño más grande

Los otros niños pintaron videojuegos, coches, teléfonos y muñecas. Yo no. No porque no me gusten los juguetes, sino porque lo que más deseaba era una madre y un papá cariñosos, así que pinté una familia: una madre, un padre y su hijo. Jugaban juntos estaba felices. Mientras pintaba, empecé a llorar sin saber bien por qué...

Cuando fue mi turno de mostrarle a la clase mi dibujo, todos se rieron de mí. Pero yo intenté explicarles.

“Lo que más deseo es una familia feliz”.

Mis compañeros se rieron aún más. Comencé a llorar y dije:

“¡Por favor no se rían de mí, este es mi sueño más grande! Si quieren golpearme de nuevo, pueden hacerlo, pero por favor no se rían de mí."

Quiero padres que me abracen y rían conmigo, que me pasen buscando por el colegio y que se sientan felices de que llegue a casa. Sé que soy feo y tonto, sé que tengo un dedo torcido, pero no se rían de mí. ”

Algunos niños dejaron de reír sólo algunos, el profesor me vio de manera muy extraña e intentó limpiarme las lágrimas de la cara.

Un día recibí otra prueba con mala nota, había aplazado

Caminé lo más lento que pude pero igual llegué a mi casa, mi mamá estaba furiosa, me lanzó al suelo con mucha fuerza y me golpeé con una silla, luego mi mamá me dio dos puñetazos, me quedé en el suelo, no podía levantarme, me dolía todo el cuerpo pero mi mamá me dejó ahí y salió. Llegó un par de horas después y me dijo que me levantara del suelo y limpiara la casa antes que llegara papá.

Le pedí a mi mamá que no le dijera de la prueba a mi papá, pero él entró en ese momento y me escuchó

Cuando ella regresó me dijo que limpiara el desorden, de lo contrario, cuando llegara papá, él me golpearía de nuevo. Le supliqué a mamá que no lo dijera nada, pero cuando levanté la vista, vi que él ya estaba en la puerta.

Me levantó del suelo y me golpeó la cabeza dos veces, me dijo que una era por el examen y la otra por pedirle a mamá que le mintiera, luego no recuerdo más nada.

Desperté en el hospital

Me dolía el pecho y tenía varios vendajes, quise mover mi mano y no pude, mis papás no estaban allí. Una enfermera me dijo que se habían ido hace poco, pero yo sabía que mentía.

Mi habitación tenia una ventana por ella podía ver un parque donde había niños montando bicicleta y jugando fútbol, junto a sus padres.

En ese momento empecé a llorar

Lloré porque sé que mis padres no me quieren, no sé cómo se siente un abrazo de mi mamá, sólo sus golpes, pero los amo de todos modos. Intento dar siempre lo mejor de mi, he sido bueno en la escuela, pero aún así no les agrado.

El doctor dijo a mamá y a papá que tenían que ir a visitarme cada día, pero no lo hicieron. Esperé y esperé, pero nadie vino. Igual los amo pero no quiero decirles que mi pecho me duele de nuevo.

Hernán murió en el hospital dos días depués

En sus manos los doctores encontraron una carta a medio escribir...

“Queridos mamá y papá, estoy triste porque soy feo, desagradable y estúpido, lo siento porque no pudieron amarme. Nunca quise molestarlos. Mamá todo lo que quería era recibir un abrazo , escuchar que me aman aunque fuera por una vez. Papá, solo quería que jugaras conmigo, me tomaras de la mano para dar un paseo o cantar juntos. Sé que soy una vergüenza para ustedes.”.

En algún momento mientras escribía esa carta el corazón de Hernán se detuvo.

Todos los niños tienen derecho a ser amados, el abuso infantil aún es muy común, sucede a cada hora, a cada minuto, a cada segundo y en todos los países, regiones…en todos lados.

Este relato fue escrito originalmente en ruso, pero fue creado para crear conciencia del doloroso momento que pasan algunos niños.

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