Fue víctima de bullying por tanto tiempo que intentó suicidarse prendiéndose fuego

El bullying o acoso escolar es un mal de nuestra sociedad que afecta a millones de niños en todas partes del mundo, quienes son víctimas de maltrato físico, social y psicológico de parte de compañeros, vecinos y a veces, aunque parezca increíble, hasta de profesores y familiares.

Cada vez es más frecuente leer trágicas noticias sobres jóvenes y adolescentes que toman medidas drásticas en medio de la desesperación. Algunos han reaccionado con violencia desmedida ante años de abuso, mientras que otros han intentado quitarse la vida.

En el caso que veremos a continuación, un joven de 17 años que había sido víctima de acoso durante toda la secundaria y parte de la primaria, no soportó más las humillaciones y maltratos y, en medio de la depresión que esto le causó, tomó una decisión de la cual se arrepentiría toda su vida. Ahora ha decidido contar su experiencia para ayudar a quienes estén en una situación similar.

Jonathan Destin era un adolescente normal que vivía con sus padres y sus dos hermanas

La familia reside en la localidad de Marquette-les-Lille, en el norte de Francia. Aunque lucía como un chico feliz y normal, todo era una máscara para ocultar su depresión, ya que Jonathan fue víctima de bullying durante más de 6 años.

El acoso empezó desde la escuela primaria

Un día sus compañeros de clase empezaron a burlarse de él por su nombre, aspecto, notas y sobrepeso. Básicamente cualquier cosa era una excusa para insultarle. "Cuando tenía 11 años, pesaba 70 kilos. En el comedor todos me decían que me convertiría en un gran puerco, mientras me pegaban por debajo de la mesa.

Un día intentó defenderse y exigir respeto, pero le propinaron una feroz paliza y ya no se atrevió a responder a los insultos

En la escuela secundaría los abusadores empezaron a extorsionarlo

Un grupo de alumnos mayores solía golpearlo para robarle el dinero, “Mi madre siempre me daba 10 euros para comprar el almuerzo pero tenía que dárselos a ellos. Siempre me esperaban en una esquina” Durante meses pasó hambre por no tener dinero para almorzar.

Poco a poco, Jonathan fue encerrándose en sí mismo, no se atrevía a pedir ayuda debido al miedo y vergüenza que sentía

El 7 de febrero de 2011, cuando Jonathan tenía 16 años, la situación empeoró aún más. Durante el receso del almuerzo, los acosadores lo interceptaron, “Me llevaron a un callejón estrecho, no muy lejos de donde vivo. Intenté escaparme, pero uno de ellos me impidió el paso. Me acorralaron y pusieron una pistola en la frente, amenazaron con matar a mis padres si a la mañana siguiente no les daba 100 euros"

En su desesperación Johnathan pensó que su única salida era la muerte

Al día siguiente compró una gran botella de alcohol y se dirigió a un parque cercano, vertió el alcohol sobre su cuerpo y se prendió fuego: "Estaba tan herido por dentro que era lo único que me podía aliviar. Quería arder y que todo parara. ¡Estaba harto de mi vida!", declaró el joven. "Pero el dolor era insoportable. Veía cómo la piel se me caía a pedazos".

Cuando estaba a punto de desmayarse, el instinto de supervivencia pudo más que su deseo suicida e hizo que se lanzara a un canal cercano

Fue rescatado por las personas que paseaban por el parque: "Una mujer y su hija me lanzaron una cuerda y me agarré fuerte hasta que llegó la ambulancia".

Jonathan sufrió quemaduras de tercer grado en un 72% del cuerpo

Estuvo en coma más de 3 meses, tuvo que ser sometido a 17 operaciones y pasó en el hospital un total de 5 meses. A pesar de todos los injertos de piel y operaciones, todavía está gravemente herido y ahora tiene que volver a aprender a caminar, asearse y a usar sus extremidades.

Pero ahora él ha decidido que no quiere rendirse

Se arrepiente de haber tomado una decisión tan drástica en vez de hablar con su familia, amigos o profesores.

Su nueva meta es evitar que otros jóvenes tengan que pasar por lo mismo

Escribió un libro donde narra toda su experiencia, con él quiere ayudar a otros niños que sientan miedo o vergüenza de hablar y a la vez enseñar a los adultos a escuchar a los niños cuando necesiten ayuda.

Sus padres han creado una asociación, y junto a Jonathan han abierto una página de Facebook donde ofrecen ayuda a otras víctimas de acoso 

Él ha empezado a rehacer su vida y sueña con algún día tener una familia.

En este video podemos ver el testimonio de Johnathan (en inglés)

El acoso escolar es un problema grave al que los adultos deben prestarle atención. Comparte esta historia para ayudar a quienes son víctimas de bullying y no se atreven a hablar