Este esquiador olímpico ayudó a cerrar una granja de perros y salvó más de 90 perritos

Este esquiador olímpico ayudó a cerrar una granja de perros y salvó más de 90 perritos0shares

Los Juegos Olímpicos siempre son emocionantes cuando comienzan, ya sea en invierno o en verano. Ver el resultado de tantos años de preparación sobre cada uno de los diferentes terrenos donde se realizan las competencias genera una satisfacción indescriptible, tanto para quienes participan como para aquellos que siguen sus carreras.

Sin embargo, no son sólo los deportes que encontramos entretenidos, sino también las tantas historias que giran en torno a la vida de los atletas que participan en estos juegos, quienes llegan con la esperanza de ganar el oro y a veces terminan llevándose inclusive algo mucho más valioso que eso.

En esta oportunidad, un esquiador olímpico no tuvo la oportunidad de ganar ninguna medalla, pero aún así abandonó los juegos con una gran sonrisa en su cara. Cuando descubras por qué estaba tan feliz, querrás ponerte de pie y animarlo también, ¡con medalla o sin ninguna medalla en lo absoluto!

Las recién culminada Olimpiadas de Invierno en Corea del Sur fueron el escenario donde ocurrió este hecho.

El esquiador olímpico Gus Kenworthy podría no haber ganado ninguna medalla, pero algunos dicen que hizo algo aún más extraordinario. 

Terminó completando una hazaña verdaderamente heroica. 

Al asociarse con "Humane Society", ayudó a cerrar una granja ilegal de perros y salvó la vida de 90 caninos desesperados.

La gente de estos países no ve a los perros como lo hace el resto del mundo. 

En varias naciones asiáticas, incluida Corea, comer carne de perro alias "Gaegogi" es una larga y antigua tradición.

En este país que ha avanzado en cierta medida sobre la lucha contra el maltrato animal.

Aunque Corea del Sur comenzó a proteger a otros animales con leyes contra el maltrato y la matanza en 1991, los perros no se incluyeron en la lista.

Aparentemente, los perros no tienen la necesidad de gozar los mismos derechos que los demás.

Como resultado de esto, pueden ser alojados en condiciones horribles, maltratados y asesinados sin ningún tipo de opción.

No tienen la más mínima piedad con ellos.

Debido a que no existen leyes contra la crueldad con los perros. Los perritos criados como alimento, pueden ser asesinados de manera verdaderamente sádica. 

La brutalidad con que son agredidos es exagerada.

No es raro que los perros sean estrangulados. 

También son electrocutados o incluso simplemente golpeados hasta la muerte y todos tengan acceso a su carne. 

Todos los 90 perros que Gus salvó irán a los Estados Unidos y Canadá para recibir tratamiento médico. 

Así, todos serán colocados en hogares amorosos... a excepción de uno. 

Cuando Gus cruzó los ojos con este perro que había llamado "Beemo", supo que fue amor a primera vista. 

Esta tampoco es la primera vez que Gus ayuda a los animales. 

Durante los Juegos Olímpicos de 2014 en Sochi, rescató a cinco perros callejeros que encontró vagando por las calles. 

Si hay una medalla por tener un corazón de oro, es una que Gus definitivamente merece.

¿Qué opinas del gesto de este bondadoso deportista? ¿Conoces algún otro caso como éste? Deja tus COMENTARIOS y no olvides COMPARTIR esta inspiradora historia con todos tus amigos.

DEJANOS SABEN TU OPINION
TE LO RECOMENDAMOS
TU PUEDE INTERESAR