Este es el lado positivo de ser pesimista, según la opinión de los especialistas.

Este es el lado positivo de ser pesimista, según la opinión de los especialistas.91shares

La actitud con que una persona enfrenta las situaciones de su vida puede cambiar totalmente el curso de los acontecimientos de su futuro. No, no es un asunto tan vanal como algunos suelen verlo, sino que en realidad podemos predisponernos a triunfar o fracasar, salir airosos o derrotados, ganar o perder, casi anticipadamente considerando nuestros pensamientos debido a que ellos son los que impulsan nuestras acciones; por lo tanto, como piensas, actúas.

Ahora bien, ¿qué dirías si te dijera que no siempre la forma en que piensas te predispone? Dicho de otra manera, ¿crees que ser pesimista es malo? Parece una respuesta obvia, pero un grupo de científicos se ha encargado de demostrar que es muchísimo mejor de lo que cualquier ser humano en el mundo pudiese adivinar. ¿Te animas a enterarte cómo lo hace? Sigue leyendo y lo verás.

Para el ser humano, los conceptos de lo que es "bueno" o "malo" son completamente subjetivos.

Sin discusión alguna, ambos dependen de múltiples factores (personales, familiares, sociales, culturales e incluso económicos) que conllevan a valorar una experiencia o situación de cierta manera. Lo que nos lleva a la conclusión de que, finalmente, lo que cuenta es la valoración que le damos a cada cosa.

En base a esta premisa, los científicos le están dando un giro de 360 grados a la visión de ser una persona pesimista.

Automáticamente calificamos como negativo este tipo de comportamiento. Sin embargo, basados en la idea de que no todo es lo que parece sino que será lo que creemos que es, incluso ser "pesimista" puede terminar siendo algo bueno.

Así, un grupo de expertos apoya la idea de que pensar negativamente es beneficioso para nuestra vida.

Quizás sea complicado imaginar algún escenario donde ésto sea posible. Pero, para aliviarte ese arduo trabajo, el Dr. Mark D. Seery conjuntamente con su grupo de investigación nos comentan cuáles fueron sus hallazgos sobre este particular en un artículo publicado en la revista "Personality and Individual Differences".

Su estudio se centró en la determinación de los puntos positivos de ser pesimista.

Evidentemente, no siempre es bueno mantener una actitud de este tipo. Pero tampoco puede decirse que dedicarle un tiempo al pesimismo es totalmente malo. Existen diversas aplicaciones interesantes que resultan provechosas para una persona que se derivan de pensar negativamente.

Su planteamiento comenzó expandiendo las implicaciones que tiene en el ser humano pensar de forma negativa.

De manera específica, se dice que ser pesimista no es un asunto de la presunción de que todo, tanto en el pasado como presente y futuro es malo. Y es justamente en ese punto donde está el detalle clave.

Presumir que las cosas podrían salir mal te ayudan a prepararte de mejor manera para afrontar cualquier tipo de circunstancia.

Y justamente eso es lo que hace una persona que piensa negativamente: define todas las cosas que pueden salir mal. Sólo que ahora esa información se utilizará de manera proactiva.

De todo lo anterior, surge el término de "pesimismo defensivo".

Así los denominan los científicos a cargo del estudio, indicando que las contrariedades producidas de un respectivo proceso de análisis de una situación desde una óptica negativa, permite usar esa información para planificar como evitar que dichas circunstancias ocurran.

Dicho en otras palabras, las fatídicas proyecciones del pesimista pueden ayudarlo a estar mejor preparado para lo que vendrá.

Lo que lo conducirá inevitablemente al éxito, aún cuando no lo espera de ese modo. Es complejo pero sumamente interesante.

Es usado con frecuencia como estrategia para el control de la ansiedad.

En ese tipo de casos, los pacientes precisan con el mayor detalle todas las adversidades que puedan surgir y, en consecuencia, tener una reacción más calmada en cuanto suceda alguna de ellas.

Pensar de esta forma genera bajas expectativas, haciendo ver cualquier logro más significativo.

La clave está en prepararse para todo lo malo que pueda deparar el futuro.

La población del estudio fue un grupo de pesimistas defensivos enfrentados a diferentes estados de ánimos.

Inicialmente, se les pidió estar de buen humor para resolver una serie de acertijos de palabras. En esa oportunidad, a todos los individuos les fue bastante mal. Por el contrario, cuando se les exhortó a estar de mal humor, los resultados son totalmente opuestos.

Otra de sus ventajas es cuando se debe enfrentar una situación donde predomina la incertidumbre.

Al establecerse estándares bajos, cualquier resultado por encima de ello nos hace sentir mejor y satisfechos, lo que aumenta nuestra autoestima.

En consecuencia, la desilusión disminuye y aumenta la confianza.

Toda una maravilla, ¿no te parece?

También trae beneficios para la buena salud del organismo.

Una vez que un pesimista piensa en todo lo que lo puede enfermar, tratará bajo cualquier circunstancia huirle, mejorando su estado de salud.

En resumen: no importa lo que piensas o creas sino cómo usas esa información.

Haz la prueba y veras.

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