Esta mujer fingió ceguera por 28 años sólo por pura antipatía y ambición

Es normal que cualquiera de nosotros tenga de vez en cuando uno de esos días en que no te provoca encontrarte con nadie, quizás estás a punto de llegar tarde a algún compromiso importante, quizás sientes que ese día tienes un aspecto un poco desarreglado o estás con un humor de perros, pero cualquiera que sea la razón, simplemente no te apetece cruzarte con algún conocido, de manera que, si ves en la calle de enfrente una persona inoportuna o molesta, puedes estar tentado a emplear alguno de los viejos trucos para aparentar que no los ves, como fingir que estás recibiendo una llamada en tu celular o fijar tu mirada en algún punto lejano y de esta manera evitar perder parte de tu día teniendo alguna pequeña conversación inconsecuente.

Pero hay una persona que llevó al extremo su vena asocial, esta mujer española se sentía tan incómoda saludando a las personas en la calle, que tejió una red de mentiras y llegó a engañar hasta a su familia y al gobierno español.

Se llama Carmen Jiménez y fingió estar ciega por 28 años.

Piénsalo, son 3 décadas de vida en las que no puedes leer, ver televisión, navegar en la red, o ir al cine (al menos mientras estás en un lugar donde alguna persona te pueda ver) . Ella sacrificó todo eso simplemente para libarse de los compromisos sociales incómodos.

Carmen tiene 57 años y reside en Madrid, España.

La ciudad capital de España es una bullente metrópolis donde habitan un poco más de 3 millones de personas, además, al ser un destino turístico muy popular es visitado por miles de personas durante casi todo el año.

Las interacciones diarias agotaron a Jiménez.

Tener que saludar a amigos y conocidos, ayudar a los turistas desubicados  y fingir saludos calurosos a ex compañeros de clase terminaron por agotarla.

“Estaba cansada de conocer gente en la calle y parar a saludar".

Decidió que lo más efectivo y definitivo para evitar el contacto social sería la ceguera, por lo que empezó a fingirla.

Pero para que este plan funcionara, su farsa tendría que incluir a todos sus conocidos, incluso su familia.

 "Nunca he sido una persona muy sociable" dijo a los medios.

"Pretender ser ciega me permitió evadir muchas responsabilidades sociales”.

El esposo de Carmen nos cuenta su reacción cuando se enteró que su esposa sí podía ver.

“Muchas veces nos parecía verla mirando de reojo a la televisión" dijo.

"Y siempre iba muy bien maquillada. Fue un golpe muy duro para toda la familia enterarnos, ¡pero siempre hemos estado apoyándola!", agregó.

Yo veo

Ahora le debe una explicación no sólo a sus amigos, sino también a la justicia.

Ya que recibió ayuda financiera y asistencia personal de los sevicios sociales de España debido a su discapacidad.

Ahora que la verdad fue revelada, deberá enfrentarse a los tribunales de justicia

Engañar a los amigos es una cosa, pero recibir ayuda financiera del gobierno es un asunto mucho más serio, además el juez debe estar muy interesado de escuchar de primera mano esta loca historia.