Esta Familia Vive En Una Cúpula Que Construyó En El Círculo Polar Ártico

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Vivir en climas polares no es imposible, pero puede ser bastante difícil. Para empezar, te obliga a replantearte lo que es una casa. Por un lado, debido a que el suelo se congela constantemente, las bases no pueden ser profundas. Hay que aplicar un aislamiento térmico creativo para los hogares con el fin de mantener fuera el aire frío del Ártico. 

Una familia noruega ha encontrado una manera no sólo para vivir en el Círculo Polar Ártico, sino también para prosperar. Todo en una cúpula futurista que llaman Casa de la Naturaleza. Benjamín e Ingrid Hjertefølger estaban buscando algo diferente cuando empezaron a planear su casa. Ellos fueron al norte a la isla de Sandhornøya, donde las temperaturas bajo cero es lo normal.

Benjamin e Ingrid necesitaban encontrar una manera de construir una casa que pudiera mantenerles no sólo a ellos, sino también a su creciente familia. 

Debido al invierno duro y el verano corto, los cultivos al aire libre no son una posibilidad real, por lo que se hace necesario tener invernaderos.

La parte interior de la Casa de la Naturaleza esta realizada con mazorca, un material para la construcción que se usaba en la antigüedad. 

La mazorca se compone de subsuelo, heno, arena, arcilla y cualquier material natural que este disponible.

La parte exterior de la casa es simplemente genial.

Es una cúpula geodésica hecha con vidrio simple. Permite que entre mucha luz del sol y también ofrece un amplio espacio de invernadero para el cultivo de plantas.

Ellos no pueden cultivar nada durante el invierno, pero el verano les ofrece una recompensa.

Los Hjertefølgers cultivan todo tipo de frutas y verduras, incluyendo manzanas, tomates, zanahorias, melones, pepinos y kiwis.

Sin embargo, la sostenibilidad va más allá que solo cultivar su propia comida.

Los Hjertefølgers tienen conciencia ecológica, hacen abono con los restos de comida y se aseguran de usar productos para el hogar biodegradables.

En el interior, la casa es increíblemente acogedora.

Viven tan al norte que podría evocar imágenes de desbaste en una choza de una habitación, pero la Casa de la Naturaleza está llena de belleza rústica.

La Casa de la Naturaleza es siempre un trabajo en progreso.

Mientras que ciertos elementos del diseño están completos (por ejemplo, las paredes de mazorca, no necesitan mantenimiento, ya que, son protegidas por el domo de cristal) a la familia le gustaría aislar aún más la cúpula para permitirles cultivar mas variedad de plantas.

En general, la Casa de la Naturaleza es una inspiración para cualquiera que haya soñado con vivir lejos de la civilización.

La creación de invernaderos y el cultivo de sus propios alimentos es una gran manera de ahorrar dinero y comer sano. Los Hjertefølgers son capaces de mantener a sus cuatro niños con las plantas que cultivan.

El clima es severo, pero hermoso.

Cuesta acostumbrarse a estar tres meses sin sol durante el invierno, pero las espectaculares vistas de la aurora boreal sin duda ayudan.

La Casa de la Naturaleza fue construida en agosto de 2012 y tomó tan sólo tres semanas.

Los Hjertefølgers han vivido felizmente allí desde entonces.

Si desea hacer el viaje, los Hjertefølgers le dan la bienvenida.


Planean celebrar retiros de yoga y talleres en su hermosa casa. Si deseas ver algunas de sus imágenes (¡y sabes leer noruego!), echa un vistazo a su blog.

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