El fotógrafo que documentó la terrible vida de los judíos dentro del gueto de Lodz

El fotógrafo que documentó la terrible vida de los judíos dentro del gueto de Lodz1shares

La Segunda Guerra Mundial ha sido uno de los períodos más trágicos de la historia moderna. Inició en el año 1939 y se extendió por un período de 6 años, hasta culminar en 1945, con el lanzamiento de las bombas atómicas sobre japón, el principal aliado de los nazis alemanes, que fueron quienes iniciaron esta guerra al tratar de invadir y someter otras naciones europeas y al intentar exterminar a todas las razas que consideraban inferiores, principalmente a los judíos, pero también gitanos, homosexuales, personas con limitaciones físicas o psicológicas, entre otras. 

El saldo total de pérdidas humanas durante todo el período de la guerra fue de alrededor de 20 millones de personas, de las cuales aproximadamente la mitad fueron judíos, asesinados en ejecuciones masivas o en los terribles campos de exterminio nazi. Es por esto que a esta oscura etapa de la historia también se le conoce como el Holocausto judío. 

Existen muchas películas que han logrado reflejar algo del horror que atravesaron las víctimas de los nazis, sólo por ser considerados de raza inferior, aunque la verdadera causa fue que eran vistos como los causantes de que Alemania hubiera sido derrotada en la Primera Guerra Mundial, por lo que prácticamente ni siquiera se les consideraba humanos.

Del mismo modo que está pasando actualmente en el Oriente Medio, incontables familias se vieron forzadas a dejar sus casas.

Bajo la falsa premisa de que los llevarían a un lugar donde volver a empezar, lejos de Alemania, fueron obligados a embarcarse en trenes hacia campos de concentración, en donde sólo encontraron trabajos forzados, torturas y en la inmensa mayoría de los casos, muertes de formas horribles e indescriptibles..

Pero antes de ser enviados a los campos de concentración, muchos judíos eran reubicados en los llamados Guetos, zonas de las ciudades que eran aisladas y donde se encontraban hacinados y en terribles condiciones.

A causa del constante acoso al que fueron sometidos los judíos dentro de estos guetos, la mayoría de los judíos se vieron obligados a destruir o esconder sus pertenencias, a fin de que estas no quedaran en posesión de los nazis. Este fue precisamente el caso del fotógrafo Henryk Ross, quien para 1944 era uno de los habitantes de un gueto judío en Polonia.

Henryk Ross nació en Polonia, en 1910.

Ross fue contratado por el departamento de estadísticas del concejo judío (judenrat) para documentar las atrocidades cometidas por los nazis en el gueto de Lodz, donde residía. Ross enterró todas sus fotos y negativos en una caja, con la esperanza de que sobrevivieran como registro histórico.

Gracias a que Ross logró mantener buenas relaciones con la adminitración de la ocupación alemana, se le hizo posible inmortalizar en imágenes la vida dentro del gueto.

Parte de sus obligaciones oficiales era tomar fotografías de identificación. Construyó un escenario de tres niveles en su estudio que le permitía fotografiar 12 personas con un solo negativo, de manera que aunque las autoridades sólo le entregaban suficiente material para el trabajo que le asignaban, este truco le permitía contar con película extra para tomar fotografías no autorizadas.

1. Carreta con niños que serían trasladados a un campo de concentración:

2. Hombre caminando entre las ruinas de una sinagoga bajo la nieve:

3. Niño judío escarbando para encontrar comida:

4. En los guetos se separaba a las familias:

4. Enseres de cocina de los judíos del gueto luego de ser trasladados a los campos de concentración:

6. Aquí vemos al propio Ross desenterrando la caja con sus fotos y negativos:

Él tuvo la oportunidad de rescatar sus fotos en Enero de 1945, luego de que el ejército rojo liberara Polonia. Mucho de su material había sido dañado por el agua, sin embargo alrededor de la mitad de sus 6,000 imágenes sobrevivieron.

Ross posteriormente fue llamado a testificar durante el juicio a Adolf Eichmann, en 1961.

Y afortunadamente tuvo la dicha de gozar una larga vida, hasta que murió a los 81 años, en 1991.

Una historia tan espectacular, peligrosa como increíble. Comparte con tus amigos de Facebook para que ellos también se enteren. 

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