El artista Keith Larsen sí que ha sabido sacarle provecho a su padecimiento de pareidolia.

El artista Keith Larsen sí que ha sabido sacarle provecho a su padecimiento de pareidolia.2shares
La pareidolia es un fenómeno psicológico que consiste en la capacidad de percibir un rostro o una figura humana o animal en lugares de lo más insospechados: la forma de estar colocadas las ventanas o las puertas en un edificio, la parte posterior de un despertador, una nube, en una tostada, una grifería, entre otros.
Este fenómeno está continuamente siendo estudiado por psicólogos y expertos que tratan de averiguar el por qué nuestro cerebro detecta esos objetos, rostros o figuras donde tan solo hay una sombra, una mancha de grasa o una nube, pero en realidad no hay nada.
Es de resaltar que cada vez son más los diseñadores y arquitectos que realizan sus proyectos pensando en una doble lectura por parte del cerebro de muchas personas para hacerlos más atrayentes. Por su parte, muchos creativos lo aprovechan para desarrollar su arte. Keith Larsen es uno de ellos. Conoce aquí más de su obra.

Este es Keith Larsen y se ha valido del fenómeno de la pareidolia para desarrollar su último proyecto.

Es un artista plástico innovador que, partiendo de la idea de ver caras sobre objetos inanimados, decidió ilustrarlos de una forma más expresiva, siendo caricaturizados y creando historias que cuenten un poco cómo serían si éstos cobraran vida.

A través de Instagram está difundiendo sus obras.

En su cuenta personal @keithlarsen se observan algunas ideas relacionadas con este fenómeno. Ahora, en la cuenta @thefaceswithinplaces (los rostros en los lugares) puedes conseguir los trabajos que forman parte de esta última iniciativa en específico. Veamos algunos de ellos.

1. Un dispensador de hielo y agua bastante colaborador.

Este divertido amigo pudiese expresarse así: "¡Hola! Tengo algunas cosas para compartir contigo. Son hielo y agua, y te sugiero que sea en ese orden. Si es el último primero, de seguro saciarás su sed pero te ubicarás en una zona de salpicaduras. Mis dientes irregulares dispensan tus deseos, sólo necesitas empujar mis ojos para poderlos cumplir".

2. Intercomunicador feliz.

"Te das cuenta obviamente de mis dientes desaparecidos. Pero aun así, soy como tú, hablo y escucho. Mantén la calma, estoy un poco loco por lo que te diré, pero empuja mis dientes y me harás bastante feliz. Así cumpliré con mi misión".

3. La incertidumbre se nota indiscutiblemente en la cara de este perchero.

"No todo el mundo sabe lo que mi nariz sostiene. Mis ojos se quedan con la mente en mi negocio mientras tú conduces el tuyo. Yo soy un director de orquesta con metal y todo; tú cierras la puerta mientras te quitas los pantalones. Sostengo tu chaqueta, o lo que sea que quieras; sin embargo, no recibo reconocimiento por llevar a cabo esta misión. Tu te ruborizas y apresuras como si te esperarán en algún otro lugar. La próxima vez que nos encontremos, ten más confianza por favor".

4. Un tenebroso tomate.

"Estoy maduro y mis dientes están podridos. Mi otra mitad quedó en el olvido. Esta cara creciente es sólo la más reciente. Pero para no entres en pánico, por las reglas botánicas mis semillas brotarán. Más tomates se producirán de ellas. Aunque no habrá nadie más como yo". Así serían las palabras de este particular amigo.

5. Cara de bolso.

Este particular personaje comentaría algo como: "Solo soy una bolsa que arrastra cabello graso estirado. No estoy lleno de mí como puedes ver, sino más bien lleno de tus pertenencias como lápices y libros. Dame una oportunidad, no soy tramposo ni me quedaré con nada. Vamos a trabajar juntos en todos tus paseos".

6. Una chica aseada.

"¡Hola! Soy Sharron, la puerta de la pared del baño. Espero que el jabón en mi cara no te impida salir de este lugar. Mi mirada de sorpresa es causada por la cantidad de manos que no utilizan mis fuentes de limpieza. Entonces, ven aquí para dejarme desinfectar tus manos, y después sécalas una vez que las enjuagues".

7. El horno Frankie.

Su diálogo sería así: "Sí, soy Frankie el horno, ¿quién está preguntando? Brazos cortos con ira alimentada por el fuego tengo, un sombrero de copa es mi único atuendo. Quemar madera es lo que hago. Para cocinar el estofado o proveer calentamiento para ti. Pero no me alimentes demasiado, te lo advierto. Soy un ofertante sincero, y francamente, no me importa que te queme". No vayas a olvidar su consejo.

8. Un pequeño con mucha energía.

Una conversación con él podría ser: "Estás en el baño orinando. Disfruta el momento, sonríe y hazlo lento pero seguramente, no es una carrera. Al terminar, bajas y listo. Del resto yo me hago cargo". ¡Que útil!

9. Un pato en la secadora.

Este cansado animal diría algo como esto: "Agarra mi pico si es ropa que buscas. Apenas me ves, tal vez una vez a la semana. ¿Cómo no puedo tener este aspecto decepcionado? Seco tu ropa mientras lees un libro. Soy el pato más seco y por un dólar, seco las camisas que necesitas. Te veré la próxima semana, pero por favor, no más vómito". ¡Justo lo que refleja su desgastado rostro!

¿Te ha pasado algo parecido alguna vez? No olvides dejar tus COMENTARIOS y COMPARTE esta simpática nota con todos tus amigos.

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