Detalles curiosos sobre tu salud que son revelados a través de los gases intestinales.

Detalles curiosos sobre tu salud que son revelados a través de los gases intestinales.0shares

La producción de gases intestinales, "pedos", "vientos", "flatulencias" o cualquier nombre que quieras darle, es completamente normal, aunque no por eso dejan de generar menos incomodidad. Seguramente vendrán a tu memoria una enorme cantidad de momentos en los cuales hubieses querido desaparecer justo cuando se te escapó alguno: aquel día que el ascensor de tu edificio estaba lleno, durante esa junta importante de trabajo, cuando arruinó uno de los momentos íntimos con tu pareja o en medio de tu tienda favorita mientras te disponías a pagar... podríamos pasar horas en esto y no terminaríamos...

Sin embargo, tienen un lado positivo que pocos conocen y quizás te ayude a verlos desde una perspectiva muy distinta. Así, muchos médicos afirman que, dependiendo de sus características, indican si todo marcha bien dentro del organismo o, por el contrario, existe algo que atender. ¡Quién lo hubiese imaginado! La próxima vez que tengas un "accidente flatulento", antes de pensar cualquier cosa, recuerda que es otra forma en la que tu cuerpo te está hablando. Así que mejor no te quejes sino ¡atiéndelo!

Cada tipo de gas intestinal tiene su razón de ser.

No pienses que su única misión en el mundo es hacerte pasar un mal rato cuando inoportunamente se salen mientras estás en algún lugar cerrado, en la oficina o compartiendo a solas con tu media naranja. Su justificación va mucho más allá de eso.

Ellos indican el funcionamiento interno de tu cuerpo dependiendo de sus características.

Te parecerá un poco raro pero ¡es completamente cierto! Su olor, frecuencia, duración e incluso su sonido te dan información valiosa sobre cómo están las cosas con relación a tu sistema digestivo e incluso algunos otros órganos. ¡Quién lo diría! Entérate uno a uno lo que dicen de ti.

1. Gases con olor leve.

A este tipo de flatulencias las delata su tenue pero perceptible olor, aunque muchos afortunadamente no lo notan. Suelen ocurrir cuando consumes ciertos alimentos que son propensos a producir gases, tales como: coliflor, brócoli o carne roja. Para evitar accidentes con ellos en momentos indeseados, mejor abstente de incluirlos en tu menú próximo.

2. Gases con exagerado olor.

Estos son los más preocupantes de todos. Definitivamente, cuando suceden es que algo dentro de tu organismo no anda para nada bien. La mayoría de las veces, se relacionan con cierto grado de intolerancia a la lactosa, la cual todos tenemos un poco sólo que hay personas que la desarrollan en un mayor grado. Esta podría ser una de las razones. Por otro lado, podrían marcan el inicio de un cuadro clínico más severo, como una gastroenteritis o el síndrome del colon irritable. Mantente alerta cuando tu nariz sufra demasiado a causa de tus gases.

3. Gases fugaces.

Éstos son los que todos quisieran tener siempre, aunque es imposible predecir de cual tipo será... Se caracterizan porque son de corta duración, al igual que su efecto. También se les conoce como "sulfurosos" por una razón bastante simple: son producto de la acumulación de aire en el cuerpo y por consiguiente prácticamente no tienen olor. Al fin, una buena noticia sobre esto. No comprometen en lo absoluto el buen funcionamiento de nuestro organismo; de hecho, se consideran normales y sinónimo de buena salud. ¡Qué alivio!

4. Gases recurrentes.

Tienen mucho que ver con el tipo de comida que consumes, siendo característicos de personas que siguen regímenes alimenticios altos en carbohidratos, por ser comidas más pesadas cuya digestión es más compleja y, en consecuencia, más tardía. Aunque, si además de esto, sientes hinchazón abdominal, un olor demasiado penetrante e incomodidad estomacal, es probable que estés teniendo un episodio de alergia alimentaria. Sólo un médico podría darte un diagnóstico más preciso; lo cierto es que amerita una consulta profesional.

Hay muchos padecimientos que se relacionan con la producción de gases intestinales.

No sólo las que hemos mencionado hasta ahora son las únicas causas que producen flatulencias, indistintamente el tipo. Existen muchas otras que producen que tu cuerpo reaccione de esta gasífera manera; lo que debes hacer es mantenerte alerta y, en caso de ser necesario, tomar las previsiones de cada caso. A continuación de indicamos las más frecuentes.

Los problemas hormonales influyen en el sistema digestivo.

La emisión anormal de gases puede indicar algún período de transición en tu producción hormonal. Procesos como la menstruación, la menopausia o los embarazos suelen alterar el funcionamiento de tu sistema digestivo. Cuando finalicen, tu cuerpo volverá a su estado normal.

Podría desarrollarse sensibilidad digestiva.

No todos los días el organismo amanece de la misma manera. De allí que, en ocasiones esté más sensible, por lo cual ciertos alimentos le afecten produciendo gases. Hay que aprender a descifrar los síntomas de estos días para cuidar lo que se come por el momento y ¡listo! Gases bajo control.

Cualquier alteración en la flora intestinal los hace bastante comunes.

La fibra es el elemento perfecto para minimizar este problema. Agrega en tu menú alimentos ricos en ella, como por ejemplo los cereales y granos.

Por su parte, la mala digestión también fomenta la emisión de flatulencias.

Si comes muy rápido, esto te sonará familiar. Trata de masticar la comida un poco más para que tu cuerpo no sufra tanto para absorber los alimentos que consumes.

Como ves, no son tan malos después de todo...

Préstale un poco más de atención y podrás usarlos para tu beneficio. De todas formas, son imposibles de evitar... aunque la gente a tu alrededor no logre entenderlo...

¿Cuál de ellos te ha hecho pasar el momento más incómodo que recuerdes? Deja tus COMENTARIOS y no te olvides de COMPARTIR esta interesante información con todos tus amigos.

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