Dejé de Ayudar a las Personas y Descubre por qué Tú También Deberías Dejar de Hacerlo

Mi mayor debilidad es que me gusta ayudar a la gente. Ayudo a la gente, no importa si me lo pidieron o no. Pero nunca se sabe cuando esta forma de pensar podría hacerte daño.

"Mi madre me enseñó a nunca dar consejos no solicitados, ni tratar de ayudar a nadie, a menos que te lo pidan. Siempre pensé que tal vez sólo era fría. A medida que envejezco, he comenzado a darme cuenta de que tenía razón. Una de las personas más amables de mi vida". Estas son las palabras de CamMi Pham, un exitoso blogger que estableció 3 reglas para ayudar a la gente. Nosotros aquí en Buenamente.com vamos a empezar a seguir estos sabios consejos de inmediato.

Los emprendedores me piden a menudo consejo. Sé que emprender un trabajo es algo duro, yo mismo estoy emprendiendo uno. Sin embargo, he dejado de compartir mis conocimientos de forma gratuita. Previamente, la gente me invitaba constantemente un café solo para "tomar mi cerebro." Pero los que tienen unos pocos millones de dólares recaudados de los fondos de capital riesgo que se encuentran en sus cuentas bancarias no tienen permitido el uso de mi experiencia de forma gratuita, especialmente si ni siquiera se molestan en pagar por mi té. ¡No es aceptable!

No entienden que necesito dinero para alimentar a mi familia y pagar mis cuentas. No se dan cuenta de que tengo que cumplir los plazos en el trabajo. Ni siquiera se les cruza por sus mentes que para compensar el tiempo invertido en ellos, tendría que trabajar hasta 2 am al día siguiente.

¡Si realmente piensan que mi tiempo no vale nada, entonces no tengo tiempo para ellos!Si la gente no se preocupa por ti, no los ayudes. No merecen tu ayuda.La gente siempre tratará de explotar si tú se los permites. No tienes tiempo para ayudar a todo el mundo. Ayuda sólo a las personas que realmente lo merecen. Y recuerda: antes de que puedas ayudar a otros, ¡tienes que ayudarte a ti mismo!

1. Deja de ayudar a las personas que no aprecian tu ayuda

2. Deja de ayudar a las personas que no lo merecen

Uno de mis antiguos clientes no estaba bien. Mi equipo pasó varios días analizando todos los datos para averiguar cuál era el problema. Eso no era realmente parte de nuestro trabajo, así que no facturamos al cliente. Como resultado, encontramos algunos defectos graves en su modelo de negocio y estrategia. Pero tan pronto como mostramos al cliente nuestros hallazgos, nos despidieron en el acto.

Hicimos ese análisis por compasión por el cliente. Pero les dijimos lo que no querían oír y terminamos haciendo que nuestro cliente nos odiara por dar nuestra opinión profesional.La manera más fácil de convertir a tu amigo en un enemigo es ofrecerle consejos que no quiere oír.Si ofrezco a alguien mi ayuda, en realidad quiero ayudar. Pero muy a menudo, la gente no está lista para aceptar mi ayuda. Está bien.

3. Deja de ayudar a las personas a menos que estés 100% seguro de que van a hacer frente a la tarea

Hace unos años, mis padres estaban fuera del país y me pidieron que cuidara de su casa. Estuve de acuerdo, aunque no tenía idea de cómo regar las plantas. Así que algunas de las flores fueron regadas demasiado y otras recibieron muy poca agua. Cuando mis padres regresaron, todas las plantas habían muerto. Si no me hubieran pedido ayuda, alguien que es bueno en el servicio de limpieza lo hubiera hecho, y las flores de mi papá habrían estado vivas. Desde entonces, mis padres nunca me han dejado tocar las plantas otra vez.

Si no tienes las habilidades o el tiempo para ayudar a alguien, les harás más daño que bien.

Ofrecer ayuda cuando no estás seguro de que vas a lidiar con el trabajo no es una buena decisión. Al hacerlo, sólo privarás a la gente de la oportunidad de encontrar un mejor candidato. Puede sonar extraño, pero tu amabilidad puede lastimar a la gente a veces. Una de las maneras más fáciles de destruir una relación con alguien es ofrecerles ayuda que no puedes dar.