¡Contra todo pronóstico! Esta bebé nació con su corazón creciendo FUERA de su pecho

¡Contra todo pronóstico! Esta bebé nació con su corazón creciendo FUERA de su pecho0shares

Recientemente, el mundo entero quedó sorprendido al escuchar la increíble historia de Vanellope Hope, la bebé que a las 9 semanas de gestación ya había sido diagnosticada con una extraña enfermedad y con posibilidades "casi de cero" de sobrevivir.

Sin embargo, contra todo pronóstico, esta bebé sobrevivió, incluso después de haber nacido con su corazón, y parte de su estómago, fuera de su cuerpo. Ahora, esta guerrera se encuentra recuperándose tras diversas operaciones para dejar sus órganos en su lugar y se ha convertido en todo un milagro clínico.

A continuación, te compartimos la sorprendente historia de esta bebé y su lucha por sobrevivir. ¡Estamos seguros que muchas madres se sentirán conmovidas al leerla! Por favor, déjanos tu opinión al respecto en los COMENTARIOS y COMPARTE esta impresionante nota con tus amigos.

La bebé Vanellope Hope tenía tan sólo el tamaño de una uva cuando los médicos la diagnosticaron con una extraña enfermedad y recomendaron su aborto.

Sin embargo, esta valiente guerra, cuyo corazón palpitante creció en el exterior de su cuerpo, ha desafiado las probabilidades de ocho en un millón y ahora tiene tres semanas de edad.

Con la ayuda de un increíble equipo de 50 médicos, parteras y enfermeras, esta bebé llegó al mundo de forma segura en una operación que raramente se realiza con éxito en Gran Bretaña.

Sus alegres padres, que habían descartado los primeros consejos de interrumpir el embarazo, enseñaron al mundo la hija milagrosa que nunca pensaron que tendrían.

Su condición, "ectopia cordis", se descubrió durante una exploración a las nueve semanas de embarazo.

La madre, Naomi Findlay, de 31 años, recordó: "Rompí a llorar. La condición venía con tantos problemas".

"Nos dijeron que nuestra mejor opción era terminar [el embarazo] y mi mundo entero se hizo pedazos", cuenta el padre, Dean Wilkins.

"Durante todo el proceso, nos dijeron: 'las posibilidades de supervivencia son inigualables, la única opción es terminar, podemos ofrecer asesoramiento', y cosas por el estilo. Al final, dije que la terminación no era una opción para mí. Si [la muerte] iba a suceder naturalmente, entonces que así fuera", agregó Findlay

Al tomar esa decisión, los padres fueron advertidos de que su bebé podría presentar anomalías cromosómicas, daño potencial en su corazón y era poco probable que sobreviviera.

Pero la esperanza comenzó a volver cuando Frances Bu'Lock, cardiólogo pediatra consultor del Hospital Glenfield de Leicester, realizó más exploraciones a las 13 y 16 semanas y descubrió que, aparte de que su corazón estaba en el lugar equivocado, Vanellope 'parecía esencialmente normal'.

Sin inmutarse en la lucha por su bebé, la pareja, de Nottingham, pagó un análisis de sangre especial para detectar problemas cromosómicos.

"Cuando los resultados de esa prueba regresaron indicando un bajo riesgo de anormalidades, saltamos de un lado a otro en la sala de estar y lloramos. En ese momento, decidimos luchar para darle a nuestra hija la mejor oportunidad de sobrevivir", cuenta el padre.

Entonces, los médicos comenzaron a elaborar un plan enormemente complejo, realizando ecografías y resonancias magnéticas en la pared torácica, los pulmones y el cerebro del bebé.

"Formamos un equipo de doctores en medicina fetal, obstetras, anestesistas, cirujanos cardíacos, abdominales y cardiólogos para revisar toda la información disponible y discutir la mejor forma de planificar un parto, cirugía y atención posterior", explica el Dr. Bu'Lock.

"Se decidió que el parto por cesárea sería lo mejor para reducir los riesgos de infección, riesgos de trauma o aplastamiento del corazón durante el parto...", agrega el especialista.

"...y que la cirugía para proporcionar algún tipo de cobertura al corazón sería necesaria inmediatamente después del parto".

A las 35 semanas y media de embarazo (el 22 de noviembre), Findlay fue llevada al Hospital Glenfield para iniciar el parto.

Allí conoció a los 50 médicos, parteras y enfermeras que la asistirían, los cuales estaban divididos en equipos para dar a luz al bebé, mantener a salvo a la madre y llevar a cabo la compleja cirugía cardíaca.

A las 9:50 a.m., del mismo día, nació la bebé Vanellope.

"Empecé a entrar en pánico. De hecho, me sentí físicamente enferma, porque pensé que había una gran posibilidad de que no pudiera verla, escucharla o algo así", recuerda la madre.

Vanellope, y su corazón latente expuesto, fue envuelta de inmediato en una bolsa de plástico esterilizada y se llevó al siguiente equipo de trabajo.

Su cabeza se mantuvo fuera de la bolsa, pero usaron un sombrero de lana para mantenerla caliente.

"La bolsa mantiene los órganos estériles pero también mantiene los tejidos húmedos. Insertamos un tubo de respiración en su boca y le dimos medicamentos para sedarla y detener su movimiento", explica el neonatólogo consultor Jonathan Cusack.

A pesar de todas esas situaciones, Vanellope nació en buenas condiciones. Lloró al nacer y mantuvo su corazón latiendo.

Alrededor de 50 minutos después del nacimiento, Vanellope estaba lo suficientemente estable como para ser transferida al quirófano, donde los equipos quirúrgicos comenzaron la tarea de poner su corazón dentro de su pecho.

Con cuidado, estiraron el agujero del pecho para crear más espacio para el corazón, e instalaron una membrana protectora sobre el órgano palpitante.

Durante los siguientes nueve días, permaneció en cuidados intensivos, pero, gradualmente, el corazón de Vanellope entró a su pecho.

Posteriormente, los cirujanos reemplazaron la membrana temporal por una permanente, y crearon una malla especial para unir las costillas sueltas y formar una jaula dentro de su pecho.

Finalmente, hicieron cortes en su piel y la estiraron para cubrir el agujero.

Mientras sus órganos luchan por espacio dentro de su pecho, Vanellope todavía está pegada a una máquina de ventilación, pero sus posibilidades de sobrevivir a largo plazo van mejorando día a día.

"Ella tiene un largo camino por recorrer, pero hasta ahora, al menos, tiene la oportunidad de un futuro", declaró el Dr. Moore.

En la actualidad, este procedimiento médico es extremadamente raro porque la mayoría de las madres que enfrentan diagnósticos de ectopia cordis tienen abortos.

No existen registros sobre cuántas veces se ha realizado la operación anteriormente, pero se cree que fue una de las primeras en realizarse en Gran Bretaña.

"En el momento en que nació, me di cuenta de que habíamos tomado la decisión correcta. Sabemos que va a ser una montaña rusa y hemos comenzado a prepararnos para los tiempos difíciles que se avecinan, pero necesitábamos darle una oportunidad, y el equipo aquí lo ha hecho. No puedo comenzar a agradecerles lo que han hecho por mi hija", declaró el padre.

"Realmente no pensé que mi bebé sobreviviría, pero el personal de Glenfield ha sido increíble", agrega la madre.

"Nos apoyaron, nos explicaron todo lo que podría suceder y nos involucraron en los planes para mantener a mi bebé a salvo. No puedo expresar con palabras cuán agradecida estoy por todo lo que han hecho. Son sorprendentes", concluyó.

Y tú, ¿qué opinas sobre esta maravillosa historia?

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