Conoce los problemas que enfrentan las madres durante el postparto y cómo solucionarlos.

Conoce los problemas que enfrentan las madres durante el postparto y cómo solucionarlos.68shares

La experiencia de traer a un bebé al mundo es en sí misma única, sobre todo porque por mucho que una mujer se documente al respecto, no sabrá lo que le toca enfrentarse sino hasta que ya haya sucedido. Su vida cambiará irremediablemente y no sólo es un asunto estético relacionado con la recuperación del peso ideal, sino que tendrá que lidiar con un sinfín de situaciones nuevas e imprevistas, tanto de ella como propias de su bebé.

Entre ellos, uno de los inconvenientes más tediosos son los referidos a la higiene de su cuerpo. Estos desaparecen progresivamente, sin embargo suelen causar bastantes molestias luego del nacimiento. De allí que sea importante que las futuras madres tengan algún conocimiento previo sobre aquellas realidades que le esperan, comenzando desde los senos hinchados, eyecciones de leche inoportunas, la caída del cabello en cantidades exageradas, y muchos otros para que no la tomen desprevenida.

Lo primero que debe aceptar es que son normales y no hay nada por qué avergonzarse. Cualquiera que ya haya pasado por eso podrá confirmar que, cuando menos lo esperas, el tiempo pasa dejando atrás los olores extraños y la incontinencia desde cualquier parte del cuerpo. Motivado a ello, Buenamente.com te trae 10 de los problemas más comunes derivados del parto y diversas formas para contrarrestar 5 de ellos.

1. Sensibilidad de la zona íntima.

Debido a todo lo acontecido en esta delicada zona del cuerpo de la mujer durante el parto, esta experiencia le producirá sentimientos diversos. Aún cuando todo haya ido bien, algunas mujeres se rasgan producto del estrés extremo al cual estuvo sometido el área del perineo, al igual que la abertura de la uretra y el ano de la madre. Aparte del dolor, las mujeres deben lidiar con la higiene en esta área debido a que sangraran por un buen tiempo como consecuencia del alumbramiento. La mejor opción es usar toallas clínicas para mantener el flujo bajo control y ropa interior cómoda. Eventualmente este proceso se detendrá y podrás asearte con total normalidad. Con el paso de los días irás asimilando todo lo acontecido y te sentirás mucho mejor.

2. Cicatrización de los puntos de sutura.

No todas las mujeres pueden dar a luz de manera natural, necesitando una cesárea para traer a su bebé a este mundo. Esta es una cirugía bastante riesgosa que deja importantes secuelas, sobre todo en el abdomen de la madre. Aún así, es un procedimiento que puede incluso preservar la vida tanto de la madre como del bebé; solo que trae consigo grandes problemas de higiene, en especial por el asunto del cuidado de la herida. La incisión podría infectarse sino se toman las previsiones correctas, tanto que podría hacer que la madre deba ser hospitalizada nuevamente. Para evitar esta complicación, es vital aprender cómo limpiar la herida. Representa un reto pues hay que procurar durante el baño no lastimarla ni que el agua penetre en ella. Suele sanar rápidamente aunque hay que estar al pendiente de la aparición de pus o sangre para acudir de inmediato al doctor. 

3. Hemorroides.

Luego del nacimiento de tu bebé incluso cambia la perspectiva que tienes acerca de ir al baño para hacer pis y pus. En especial porque muchas suelen desarrollar hemorroides, uno de los problemas menos glamorosos que cualquiera podría padecer. Se produce por la hinchazón de algunas venas dilatadas que genera dolor y comezón. Hay del tipo externas e internas y en los peores casos puede salir sangre de ellas, volviéndolas realmente aterradoras. Su aparición es normal debido al gran esfuerzo realizado para que el bebé salga. Algunas desarrollan aversión a hacer pus durante el postparto. Pero no tienes de qué preocuparte; las hemorroides se tratan fácilmente aunque no son para nada divertidas.

Solución: Las botellas de irrigación perineal pueden brindarte un apoyo para hacer tus necesidades cómodamente.

Generalmente se usan en los hospitales para evitar accidentes en el momento del alumbramiento. Sin embargo, hay quienes extienden su uso cuando van a casa para sentirse fresca en su zona íntima al momento de hacer sus necesidades, sobre todo porque el uso de papel higiénico suele causar bastante dolor. De igual manera, usando una de estas botellas puedes deshacerte de la sangre y cualquier otra secreción vaginal que pudieses tener sin mayores contratiempos durante la recuperación.

4. Pezones agrietados.

La lactancia materna tiene múltiples beneficios de los que todos hablan. Lo que nadie te dice es que tiene algunas complicaciones, siendo uno de los principales los pezones agrietados los cuales pueden llegar incluso a sangrar. Esto ocurre cuando el bebé tiene un mal agarre en el seno y genera incertidumbre en la madre, especialmente en cuanto a la producción de leche y las medidas de higiene. En el mercado existen diversas cremas para pezones que prometen menguar el dolor y hacer brotar la punta como es debido para que el bebé se enganche adecuadamente; aún así hay que llegar hasta la raíz del problema pudiendo necesitar la consulta a un especialista en lactancia materna. Uno de los mayores temores de las madres al respecto es que los pezones se le infecten, de allí que sea importante atender la situación rápidamente.

5. Fugas de leche.

Después de tener un bebé, los senos jamás vuelven a ser los mismos. Verás cómo ellos se llenarán de leche al poco tiempo del parto y justamente esta situación trae consigo algunos inconvenientes. Aquellas que deciden amamantar, experimentarán lo que se conoce como fugas de leche. Para que entiendas de qué hablamos, la leche no deja de fluir por el seno cuando el bebé no está alimentándose, así que ese líquido sale libremente empapando tu sostén y camisa con suma frecuencia, sin olvidar el olor penetrante que deja sobre el cuerpo. Esto no implica que pienses en dejar de amamantar ya que la lactancia exclusiva es lo mejor para tu hijo. Tienes como opción usar sujetadores de lactancia o almohadillas para los senos, los cuales te ayudarán al menos a salvar tu camisa. Es importante llevar contigo una toalla limpia para asearte de ser necesario. No sólo el llanto de tu bebé hace que produzcan leche, cualquier estímulo de ese tipo del exterior lo hará, de allí que sean tan complicados los primeros meses del postparto.

Solución: Las almohadillas para los senos pueden ser tus mejores aliadas.

La lactancia es una realidad ineludible que las mujeres debemos enfrentar durante el postparto, en especial si decide amamantar a su bebé a libre demanda y de forma exclusiva. Quienes toman esta alternativa, deben lidiar con los derrames de leche que vendrán. Son normales y serán una buena señal acerca de su producción de leche. Sin embargo, ni a tu rutina ni a tu ropa le vendrá nada bien. Así que, invertir en almohadillas te ayudará a salvar tus sostenes, y en gran medida tu cordura, de esta manera dejarás de preocuparte por el olor a leche rancia o las manchas en tu ropa. En el mercado conseguirás de tela y desechables; no importa cual elijas siempre y cuando las coloques adecuadamente. No temas en usarlas para mantener la higiene de tus senos.

6. Sangrado prolongado.

No importa si un bebé nace por cesárea o parto natural, el cuerpo de la mujer producirá aproximadamente el doble de sangre durante el embarazo y una vez que el bebé sale ella también debe fluir. Además, la placenta debe ser expulsada y lo hace por la misma vía. Es por eso que las madres quedan sangrando por un período de tiempo considerable luego del alumbramiento, que puede extenderse desde unos días hasta varias semanas. Se asemeja a la menstruación, sólo que el flujo es más denso y pesado, que da la impresión de no tener fin. Este hecho hace que algunas mujeres se sientan asqueadas. Para contener este sangrado se recomienda el uso de almohadillas, aunque algunas optan por usar pañales o bragas desechables para una mayor protección; los tampones quedan totalmente descartados. Con una rutina de baño adecuada es suficiente.

Solución: Cambia las toallas con frecuencia para mantener bajo control los olores molestos.

La mayoría de las madres se preocupan por emitir olores raros que las otras personas puedan percibir o mancharse la ropa con los diversos fluidos extras que su cuerpo ahora produce. La mejor medida de prevención que pueden tener es cambiar con regularidad las almohadillas o toallas que usen, calculando el tiempo para que no se rebosen. También es una opción viable usar toallas clínicas. Usar ropa cómoda y fresca que no quede ajustada ayuda bastante. Ni las duchas vaginales ni los tampones son recomendados pues acarrean un gran riesgo de infecciones. Deja a tu cuerpo reponerse con calma, mientras sigue el mis proceso como si tuvieras una menstruación demasiado abundante y estarás bien.

7. Incontinencia urinaria.

Este es un efecto que puede durar meses. Bien sea cuando la mamá estornuda, tose o se ríe demasiado fuerte, lo más probable es que ella termine con una pequeña mancha de orine en sus pantalones. Todas las que han pasado por eso te dirán que es muy molesto. Quizás pienses que sólo afecta a quienes tienen partos naturales pero no, incluso las que tienen a sus bebés por cesárea les ocurre. Ir al médico es lo más recomendado para descartar algún problema mayor; sin embargo, la mayoría lo resuelve usando protectores diarios para casos de emergencia. La rutina de ejercicios Kegel son perfectos para contrarrestar esta situación al fortalecer la zona pélvica.

8. Sensibilidad inmunológica.

A las recién estrenadas madres no sólo les preocupan los gérmenes que pueden atacar a sus bebés sino también los que pueden comprometer de manera directa su propia salud después del parto. Tener algunas puntadas en el cuerpo las hace particularmente susceptibles. Su doctor le indicará cuál es la forma adecuada de curar sus heridas sin mayores complicaciones, así que siguiendo sus instrucciones todo permanecerá bajo control. De igual manera, los senos agrietados si bien es cierto pudiesen infectarse, es poco probable salvo en un caso muy extremo. 

Solución: Lavarse las manos con frecuencia.

Es imposible evitar que en algún momento tanto la madre como el bebé entren en contacto con algunos gérmenes. Lo que si se puede cuidar es que sea con una recurrencia menor. Hay quienes viven obsesionadas con lociones antibacteriales o se cohiben de mostrar a sus bebés al mundo por este temor. Abundante agua y jabón suave serán tus aliados perfectos para lograr mantener a raya a los gérmenes. Lávate las manos de vez en cuando, aunque se torne demasiado obsesivo. Nada al extremo es bueno, incluso la higiene.

9. Pérdida del cabello.

Durante el embarazo la cabellera se vuelve frondosa y de apariencia saludable. Lamentablemente este efecto se esfumará luego de tener al bebé. Es estresante para una mamá ver como los mechones de cabello caen mientras se da un baño o al levantarse de la cama y revisar la almohada. Lo asocian con la presión por la lactancia materna pero no es así, sino más bien se relaciona con el cambio hormonal que se experimenta. No tiene un efecto nocivo para la salud propiamente o es antihigiénico pero emocionalmente sí afecta a las recién estrenadas madres. En un futuro no tan lejano se arreglarå pero eso no lo hace más alentador.

10. Flatulencias e hinchazón.

Bien sea durante o después del parto, toda mujer embarazada lucha con este problema. Es una reacción derivada del estreñimiento, los problemas hormonales y los medicamentos consumidos. Algunas mujeres emplean los ablandadores fecales para deponer con normalidad, acumulando menos gases. Aún así, este efecto permanece por algún tiempo luego de la llegada del bebé. Hazle frente consumiendo abundante agua y usando ropa holgada. Si crees que estás demasiado hinchada, consultarlo con tu médico para ver si es normal o en realidad algo no anda bien, aunque con la suficiente paciencia probablemente disminuya por sí sola.

Solución: Usa los medicamentos adecuados.

Para la mayoría de las molestas consecuencias físicas del postparto existe algún medicamento para combatirlo: crema para las hemorroides, ablandadores de heces, crema para los pezones, antibióticos... En su mayoría son de venta libre pero para ir sobre segura puedes consultar con tu doctor antes de usar alguno. 

¿Cuál de estos problemas te parece más molesto? Deja tus COMENTARIOS y COMPARTE con tus amigos esta valiosa información.

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