Asesino en serie de Baltimore que vendía a sus víctimas como barbacoa muere tras las rejas

Asesino en serie de Baltimore que vendía a sus víctimas como barbacoa muere tras las rejas53shares

Joseph Roy Metheny (62 años) quien estaba cumpliendo dos penas de cadena perpetua por el asesinato de dos mujeres, fue encontrado muerto el sábado en una celda de la prisión de Maryland. Este asesino confesó haber cometido hasta 10 homicidios en 1990 y pidió la pena de muerte. Era mórbidamente obeso y dijo que sirvió a sus víctimas en un puesto de barbacoa al borde de la carretera.

Su cuerpo fue encontrado en su celda alrededor de las 3 de la tarde del sábado en la Institución Correccional Occidental en Cumberland, Maryland. Él mismo había pedido la pena de muerte y le fue concedida en 1998, pero luego fue anulada por una apelación y terminó siendo condenado a dos sentencias de cadena perpetua sin libertad condicional.

Además de la muerte de las dos mujeres por las que fue condenado, Kathy Spicer (23 años) y Cathy Ann Magaziner (39 años), Metheny confesó que había cometido otra serie de asesinatos con los que nunca fue relacionado. Sigue leyendo para enterarte de más detalles sobre esta insólita historia.

El asesino Joseph Roy Methany murió en prisión el sábado a los 62 años.

Este asesino en serie fue bastante comentado pues admitió que cortó a sus víctimas y las vendió como barbacoa de un puesto de comida cerca de la carretera en Baltimore en la década de 1990.

Su muerte está siendo investigada.

Metheny fue encontrado muerto en su celda alrededor de las 3 de la tarde del sábado en la Institución Correccional Occidental en Cumberland, Maryland, según confirmaron los funcionarios de la prisión. 

Había recibido la pena de muerte pero, luego de una apelación, se cambió la sentencia.

Este asesino mórbidamente obeso había pedido la pena de muerte y le fue concedida en 1998, pero la anularon y terminó siendo condenado a dos penas de cadena perpetua sin libertad condicional.

Este asesino admitió haber cometido muchos más crímenes de los que le fueron imputados.

Metheny fue acusado por el asesinato con hacha de dos hombres sin hogar bajo este puente, pero los cargos fueron retirados por falta de pruebas.

Manifestó que sus instintos asesinos comenzaron luego de su fracaso matrimonial.

En una confesión en la cárcel, Metheny dijo que su sed por matar comenzó después de que su esposa se convirtió en adicta a a las drogas y escapó con su hijo de seis años de edad.

A una de sus víctimas la conoció mientras trabajaba en una compañía de paletas de madera.

En julio de 1994, conoció a Magaziner en un bar y la llevó de regreso a su casa, un pequeño remolque en un lote aislado de la empresa de paletas de madera en Baltimore para la cual trabajaba. Metheny trabajaba en esta compañía que quedaba en un callejón sin salida y además tenía las llaves de todas las puertas.

Sus restos decapitados fueron encontrados varios años después dentro de la propiedad.

Más tarde dijo a la policía que tenía relaciones sexuales con ella. Luego la estranguló con un cordón de extensión y enterró en una tumba poco profunda en el terreno.

Sus declaraciones fueron escalofriantes.

Cuando los investigadores le preguntaron por qué lo hizo, Metheny respondió:

"Sentido de poder. No lo sé. Era vulnerable, me temía, me sentía superior a ella. Llámalo como quieras. No tengo ninguna excusa real de por qué lo hice aparte de que me gusta. (Pausa). No sé cómo describirlo."

Aquí fue donde encontraron los cuerpos de las dos mujeres por las cuales se le condenó.

Los restos de Spicer y Magaziner fueron encontrados enterrados en la propiedad de esta empresa que vende paletas de madera, donde Metheny vivía en un pequeño remolque.

Hay otros detalles tenebrosos sobre la muerte de sus víctimas.

Aunque nunca se demostró en el tribunal, Metheny dijo en una confesión dentro de la cárcel que cortó los cuerpos de sus víctimas y vendió la carne en un puesto cerca de la carretera, llamándolos su "carne especial".

Mezclaba la carne de cerdo y res con la humana.

Escribió en una oportunidad: "Tenía verdaderos bocadillos de carne asada y cerdo pero no eran muy buenos". Complementó diciendo: "El sabor del cuerpo humano es muy similar al cerdo. Si lo mezclas bien, nadie puede notar la diferencia".

"Las palabras" lo siento "nunca saldrán de mi boca, porque sería una mentira", dijo en la corte.

Después de que se declaró culpable de asesinar a Spicer y Magaziner, Metheny pidió un jurado para la pena de muerte.

Parece que al final había aceptado su suerte por todo el mal cometido.

Dijo en la corte: "Estoy más que dispuesto a dar mi vida por lo que he hecho, a que Dios me juzgue y envíe al infierno por la eternidad".

Este retorcido asesino concluyó su confesión con una advertencia para viajeros hambrientos.

"Así que la próxima vez que estés viajando por un camino y te encuentras con un puesto de carne de vaca a cielo abierto que nunca has visto antes, asegúrate de recordar esta historia antes de probar un bocado de esos bocadillos", escribió.

A veces uno nunca sabe a quién se va a comer. 

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