Aprende a descargar tus emociones sin hacer daño a los demás

Aprende a descargar tus emociones sin hacer daño a los demás266shares

Día a día debemos lidiar con la intensidad de nuestras emociones. Muchas veces tratamos de mantenerlas en bajo perfil para evitar que una fuerte descarga se nos salga de control y terminemos cometiendo errores de los que seguramente más tarde nos arrepentiremos. 

La marea de emociones genera en nosotros las diferentes reacciones que asumimos frente a la vida y, por lo tanto, aprender a reconocerlas y canalizarlas de forma adecuada se vuelve necesario para mantener las buenas relaciones con el entorno social y el propio equilibrio mental. 

Nos guste o no, esta es una condición que nos define como seres humanos y nos diferencia de las demás criaturas del reino animal. Además, gracias a ellas podemos definir nuestro comportamiento e incluso nuestra personalidad. 

Para ayudarnos un poco a aprender a llevar nuestras emociones, Buenamente ha traído hoy este interesante artículo que incluye una serie de recomendaciones que te ayudarán a drenar tus emociones, sin afectar a los demás en el proceso. 


Racionalidad versus emociones

Muchas personas se han abrazado a la creencia de que las emociones no aportan nada productivo ni mucho menos positivo para nuestras vidas, por tal motivo, les restan importancia, otorgando mucho más peso a las reacciones racionales.

Las emociones y la socialización

Debido a esto, desde muy pequeñas, las personas enseñan a los niños a esconder sus sentimientos, haciéndoles pensar incluso que su parte emotiva es vergonzosa. Evidentemente, al llegar a adultos, no sabrán manejarla. 

El mal manejo de las emociones 

Cuando dejamos que nuestras emociones se aglomeren en nuestro interior, construimos una especie de "bomba de tiempo" que tarde o temprano explotará, trayendo como consecuencia incluso problemas de salud. 

Aceptar las emociones es importante

Este es el primer paso y quizás el más importante para poder aprender a manejarlas y especialmente a descargarlas, sin dañar a los demás. 

Acepta y descubre

Una vez que te reconoces y aceptas como un ser emocional, debes evaluar la forma en que estas emociones influyen en tu comportamiento y en tu organismo. 

Una vez que llegas a este punto, el siguiente paso es aprender a convivir con ellas. Atrévete a explorarlas y experimentar un poco

Déjalas fluir y observa tus reacciones. De esta forma aprenderás a conocerlas mejor y podrás elegir la forma de manejarlas con más facilidad

¡Pero cuidado! No trates de controlarlas. Si lo haces, estarías generando una tensión innecesaria y por demás negativa

Una vez que aceptas las emociones como parte de tu "yo" se abre paso la inteligencia emocional, y con ella llegan los cambios positivos

Aunque no tendrás un dominio absoluto sobre la forma en que sientes y reaccionas, sí aumentará considerablemente tu auto-control 

Gracias a esto podrás ser más productivo en tu vida laboral y manejar con mayor éxito tu desenvolvimiento social

Para trabajar tus emociones, lo primero que debes saber es que no siempre es un trabajo fácil, por lo que no debes sentir vergüenza si necesitas ayuda

Una técnica muy recomendada para conocer tus emociones es llevar un diario. Puedes bien escribir o dibujar allí tus emociones

Analiza la naturaleza y el origen de tus emociones, así como la forma en que estas afectan a tu organismo y tu conducta

Una vez que aprendas a reconocerlas, para manejar las emociones negativas, una forma bastante funcional es alejarte de su origen 

Esto resulta muy útil, pues las emociones negativas pueden ser muy intensas y llevarnos a cometer errores que afecten nuestra relación con los demás

Por eso también es recomendable que revises tus emociones antes de cualquier conversación, en especial, si buscas resolver un conflicto 

Conocernos a nosotros mismos puede sonar muy sencillo, pero en realidad requiere un gran esfuerzo y auto-control

Pero si nos aceptamos como somos y le damos el debido espacio a cada emoción, evitaremos una explosión mayor o consecuencias negativas

Usa la asertividad en tus conversaciones, respetando y atendiendo tanto a tus emociones como a las de tu interlocutor 

Exige tus derechos y da opiniones sinceras sin ofender a los demás, cuidando tus palabras y reconociendo cada uno de tus sentimientos 

¿Qué tan bien manejas tus emociones? Déjanos tu opinión y no olvides compartir con todos tus contactos 

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