Aparece una extraña marca en su cuerpo y muere 2 semanas después.

Keith Pierce era como todo niño de 10 años, amante de los deportes, él en especial era fanático del fútbol americano y la lucha libre; amaba a su familia y su mascota. Era su décimo cumpleaños, lo celebraba en su casa localizada en Forks, Estados Unidos. Disfrutó mucho su fiesta. Su amiguitos cuentan que fue un excelente día y Keith se encontraba feliz, 

Tras un mes de su cumpleaños, Keith comenzó a sentirse débil y con ciertos malestares como su pierna, la cual comenzó a hincharse lo que le impedía caminar y correr como de costumbre. 

Sus padres lo llevaron al hospital pero los doctores no podrían encontrar el motivo de sus malestares. Poco después una marca oscura se dejó ver en su pierna. 

Al ver dicha marca sus padres no dudaron en llevarlo al hospital. Los médicos creyeron que podría ser causada por algún tipo de cáncer en la sangre; sin embargo la realidad era otra: Keith había sido atacado por una araña, y no cualquier araña, se trataba de la más venenosa y peligrosa de los Estados Unidos.

La carne en su pierna empezó a pudrirse lentamente. Le fueron recetados antibióticos. Los doctores decidieron intervenirlo para tratar de salvarme la pierna de una amputación; sin embargo el pequeño no logró sobrevivir. 

Con todo el dolor del mundo, los padres de Keith pidieron una autopsia para conocer el motivo de su fallecimiento; fue entonces cuando descubrieron que la muerte había sido provocada por el veneno de la araña “marrón reclusa”.

Siendo una de las arañas más peligrosas, la mordedura de la “marrón reclusa”  es mortal cuando penetra a profundidad la piel. En ocasiones sólo se requiere de compresas frías y jabón para aliviar, pero el veneno de vuelve mortífero cuando es absorbido.

La familia del pequeño creó un grupo en Facebook: “Remembering Keith Pierce (Recordando a Keith Pierce)”, en el que comparten fotos, anécdotas y palabras a su pequeño hijo.