A sus 9 años se graduó de la escuela y quiere convertirse en físico para demostrarle al mundo que Dios existe

En una escuela primaria no lo aceptaron cuando tenía 4 años.

Un niño de 9 años acaba de terminar sus estudios de secundaria, y en cuanto me enteré de esta noticia me hice una pregunta: ¿qué andaba haciendo yo a esa edad? La verdad es que sólo me preocupaba por jugar y nunca hacía mis tareas; sin embargo, de niño tenía metas muy definidas: quería jugar por la selección de fútbol de mi país y después retirarme para convertirme en astronauta y poder descubrir un nuevo planeta que llevara mi nombre. Y sin olvidar que planeaba casarme con la niña más linda del cole. ¿Y qué pasó con todos mis planes? Ya habrá otro momento para contarles sobre mi, y es que yo no soy el tema principal en esta historia, sino otro…

Su nombre es William Maillis, y acaba de graduarse en la Secundaria de Penn, en Pennsylvania. Con tan sólo 9 años de edad ya está a punto de ingresar a la universidad, mientras que sus compañeros aún siguen en 4º grado.

Una de las anécdotas más interesantes de este caso, y tal como lo expresó su padre, Peter Maillis, un sacerdote ortodoxo griego, William fue rechazado la primera vez que intentó ingresar a una primaria. En aquel entonces él tenía 4 años (una edad aceptable para ingresar) y a pesar de haber demostrado que tenía habilidades poco comunes, como identificar los números a los 6 meses de edad y decir oraciones completas a los 7 meses,  los evaluadores de la primaria no consideraron que William estuviera preparado para el sistema escolar. Y esta decisión fue tomada, entre otras razones, a que el niño no fue capaz de reconocer un termómetro, pues nunca había visto uno en su casa.

Luego de este episodio, los padres de William decidieron visitar a un psicólogo encargado del programa “jovenes promesas” de EE.UU, y fue él quien les explicó que su hijo tenía un nivel de inteligencia más alto de lo normal. Para hacer el cuento más corto: se le realizaron una serie de exámenes a William para confirmar que su inteligencia de hecho sí era superior y fue así como la Primaria se vio obligada a admitir a William.

En su primer año de escolaridad,  el niño desarrolló aún más sus magníficas habilidades: leía, escribía, sabía de álgebra, de filosofía griega, ciencias,  e incluso tuvo tiempo para aprender lenguaje de señas. Todo esto a sus cortos ¡4 años!, ¿cómo se explica esto?

Cuando sus maestros notaron que las materias y las clases eran insuficientes para William, tomaron la decisión de adelantarlo de curso, y así sucedió hasta que logró graduarse con tan sólo 9 años de edad y siendo uno de los mejores de su clase.

¿Qué le espera ahora a William?

Este niño, que es 17 años menor que sus hermanos mayores, siempre mostró un gran interés por las ciencias, por esta razón sueña con matricularse en la reconocida Universidad Carnegie Mellon de Pittsburgh, una de las universidades científicas más importantes de los EE.UU, y del mundo. Sin embargo, antes de iniciar, tomará en curso de verano en la universidad de comunidad del condado de Allegheny, para que le sirva de antesala al gran cambio que experimentará..

Me disculpan, pero ¿acaso este niño para de estudiar en algún momento? Ya me está pareciendo algo anormal.

Realmente a el le encanta estudiar, en especial si se trata de ciencias y más aún de física. Uno de sus metas es convertirse en un astro – físico famoso, y llegar a ser como Stephen Hawking, por quien William siente una gran admiración.

Su fanatismo por la física es tanto, que incluso ya tiene en mente su próxima investigación:

“Quiero demostrarle a todo el mundo que Dios existe”-William Maillis, en entrevista con la Revista People-

Aunque eso no está nada fácil, William tiene toda una vida por delante para lograrlo.

Y ahora, como una manera de reflexionar con respecto a este caso: ¿cómo manejará él el tema del alcohol, el sexo y otros temas en la universidad que no son adecuados para un niño?, ¿Habrán pensado sus padres en eso?