A Mi Papá, el Primer Amor que Conocí...

Fue hace 5 años que nos despedimos el uno del otro y quedamos destrozados. 1825 días atrás, dejé de verte cada día y de tener aventuras contigo pero todavía echo de menos esos tiempos y no tengo ganas de dejar de hacerlo. Te recuerdo cada vez que escucho “Mi Bombón” de Cabas, y te imagino cantándola mirándome a los ojos haciendo tu baile sin ritmo. Te recuerdo cada vez que se me antoja un pastel de guayaba o pancito caliente. Te recuerdo incluso cuando llueve porque eran los días en los que solías ser más feliz.

Te debo tanto, a pesar de que en ocasiones quiera odiarte pero los recuerdos buenos valen más que los malos. A ti, gracias a quién aprendí a lanzar piedras en el río para que saltaran como sapos. A ti, que me permitías pintarte la cara y llenártela de stickers. A ti, que siempre me dejaste ir a un paso adelante y tener las riendas del camino en nuestras cabalgatas, y en este momento de tener las riendas de la vida hoy quiero agradecerte.

Te agradezco por cada enseñanza de vida que me diste y que continuas dándome; te agradezco por los buenos tiempos pero te agradezco aún más por los malos tiempos, puesto que son los que realmente me han hecho la persona que soy hoy. Tu legado, tu ejemplo bueno y malo, me ha ayudado a tener un corazón guerrero que no se deja vencer. Cada tempestad que vivimos me ha llevado a entender por qué los árboles más fuertes crecen con el viento en contra.

Aún así sigues estando presente en mi memoria. Sobre mi mesa de noche tengo una fotografía de ti que me transporta a aquellos momentos que viví contigo. En ocasiones escucho tus canciones y solo me basta cerrar los ojos para encontrarte, para sentir que estás aquí. Te amo y no te dejaré de amar nunca.