22 Historias de Miedo Cortas que te Harán Sudar Frío

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1. Sepultado vivo

Soñaba algo hermoso, cuando me desperté por un sonido como de un martilleo. Después de eso, apenas alcancé a oír el sonido de las paladas de tierra que caían sobre mi cajón ahogado por mis gritos.

2. Visitas de noche

“No puedo dormir”, susurró ella al meterse a la cama conmigo. Desperté con frío, abrazando el vestido en el cual la enterraron.

3. Papás

El día de ayer mis papás me dijeron que yo ya estaba muy grande para un amigo imaginario y que tenía que dejarlo ir. Hallaron su cuerpo esta mañana.

4. Debajo de la cama

Comencé a arroparlo en su cama y me dijo: “Papi, fíjate debajo de la cama por si hay monstruos”. Lo hice para complacerlo, y bajo la cama lo vi a él, otro él, mirándome fijo, temblando, y me dijo “Papi, hay alguien más en mi cama”.

5. ¿Casa solitaria?

Llegas a tu hogar, muy cansado, después de un duro día de trabajo, listo para una relajante noche a solas. Alcanzas con tu mano el interruptor de luz, pero te das cuenta que ya hay otra mano ahí.

6. A solas

No me puedo mover, no puedo respirar, ni hablar ni escuchar, además está oscuro y hace frío. Si hubiese sabido que iba a ser tan solitario, hubiese preferido que me cremaran.

7. ¿Dónde está?

Subí a ver a su bebé dormido. La ventana estaba abierta, y en la cuna él no estaba.

8. Amanecer

No voy a dormir nunca más. Sin embargo, continúo despertándome.

9. Berrinches en la noche

Mi hija no deja de llorar y gritar en medio de la noche. Me dirigí a su tumba y le supliqué que parara, pero eso no sirvió de nada.

10. Mi familia espera por mí

Después de un día pesado en el trabajo, llegué a mi hogar y vi a mi novia con nuestro hijo en su regazo. No sé qué es lo más escalofriante, si ver a mi novia muerta con su hijo no-nato, o el hecho de que alguien se metió a mi apartamento para dejarlos allí, muertos.

11. Dificultad para respirar

Ella preguntó por qué yo respiraba tan fuerte. Y para ser sincero yo no estaba respirando así...

12. Teléfono celular

Hallé una foto de mí mientras dormía en mi teléfono. No vivo con nadie.

13. Los golpes en el espejo

Me desperté por causa de unos golpeteos en el vidrio. Al principio creí que eran de la ventana, pero cuando los escuché otra vez, comprendí que provenían del espejo.

14. El sueño en el manicomio

Le doy un beso a mi esposa y mi hija antes de irme a la cama. Cuando me despierto, estoy en una habitación acolchada y las enfermeras me dicen que fue sólo un sueño.

15. La alarma

La última cosa que vi fue mi reloj, en el cual marcaba las 12:07 de la noche, mientras ella me apuñalaba con sus largas uñas podridas, y empleaba su otra mano para que yo no pudiese gritar. Me desperté súbitamente, y fue alivio comprobar que solo era un sueño, pero mientras vi que mi reloj marcaba las 12:06, la puerta de mi armario empezó a abrirse.

16. Siguen los rasguños 

Dado que crecí con perros y gatos, para mí es normal oír rasguños en mi puerta mientras dormía. Pero actualmente no vivo con nadie, sin mascotas, y es mucho más perturbador.

17. Puertas abiertas

Durante todo el tiempo que he vivido solo, puedo jurar que he cerrado bien las puertas que he abierto.

18. Mamá me está llamando

Una niña escuchó que su madre la llamada desde abajo, por lo que fue a ver qué era lo quería. Al llegar a las escaleras, su madre le dio un jalón y la metió en su cuarto, diciéndole: “Yo lo escuché también”.

19. Alguien se metió a la casa

Mi mujer me despertó anoche, y me dijo que había un intruso en la casa. A ella la asesinó hace 2 años… un intruso.

20. El monitor del bebé

El ruido del monitor del bebé me despertó, se oía una voz de una mujer que calmaba a nuestro único hijo. Estiré mi brazo para tomarlo y escuchar mejor, y mi brazo se rozó con el de mi esposa, que se  encontraba durmiendo junto a mí.

21. Mi odio hacia los gatos

Siempre pensé que había un problema con la mirada de mi gato, siempre tenía la vista clavada en mí. Eso creía, hasta que descubrí que realmente miraba al espacio vacío justo detrás de mí.

22. Alguien ríe

Pocas cosas son más dulces que la risa de un bebé. A no ser que sean las 2 de la mañana, y no vivas con nadie.

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