20 Situaciones que entenderán todos aquellos que fueron a la escuela en un pueblo pequeño.

20 Situaciones que entenderán todos aquellos que fueron a la escuela en un pueblo pequeño.31shares

De toda nuestra vida, los años escolares son los que solemos recordar con más intensidad. Probablemente porque es una etapa bastante larga en la cual desarrollamos la mayoría de los lazos amistosos más duraderos, sin menospreciar el vasto aprendizaje académico que obtenemos. Por ende, el ambiente escolar influye muchísimo en que sea uno de los mejores o peores recuerdos de la infancia de alguien.

En el caso de las escuelas pequeñas que se encuentran ubicadas en las periferias de las grandes ciudades, cercana a caseríos y pueblos, ocurre un fenómeno muy particular. Parece que el comportamiento de todos se ajusta a la realidad que los circunda, influyendo en los maestros, personal administrativo, compañeros e incluso los representantes. Todos, en mayor o menor medida, contribuyen a que estudiar en uno de estos colegios se convierta en una experiencia inolvidable. 

En consecuencia, hay experiencias que se viven exclusivamente en este tipo de instituciones, las cuales son completamente insospechadas por quienes cursaron estudios en otro lugar más concurrido. Si perteneces a este selecto grupo, prepárate para rememorar aquellos tiempos en los que era imposible zafarte de la vista de tus profesores, copiarse era una odisea y tu transporte se limitaba a un rústico o una minivan; todo eso vendrá a tu mente cuando llegues al final.

1. Un mismo profesor podía atender varias materias el mismo año.

Por quedar bastante retirado, era difícil conseguir maestros especializados para cada asignatura. Así que no quedaba más que resolver con los que habían. Al final, terminaban queriéndolo como a alguien de la familia.

2. El camino a la escuela era bastante monótono.

La carretera era poco transitada, además que el paisaje no era para nada llamativo. Podías apreciar una interminable fila de árboles que se extendían justo hasta el frente del colegio. Una historia sin fin. El regreso terminaba siendo aun peor pues el cansancio lo hacía parecer más lento.

3. Los animales de los alrededores se paseaban por los corredores de la escuela.

Durante el recreo, era común toparse con ellos. No se puede negar que resultaba gracioso verlos andar vagando por allí.

4. Los murales informativos se mantenían en muy buen estado.

Es de suponerse, ¡si casi nadie se daba cuenta de que estaban allí!

5. Los maestros no te quitaban los ojos de encima.

Pero no era por un asunto personal. Simplemente, habían tan pocos estudiantes que no le quedaba más remedio que entretenerse atendiendo individualmente a cada uno.

6. No prestabas mucha atención a la ropa que usabas.

Total, eran tan pocos que había bastante confianza. Incluso la pijama era una buena opción para ir.

7. La matrícula de los alumnos ocupaba apenas media hoja.

¡Cuando corrías con suerte! Pasar la asistencia tomaba tan sólo unos pocos minutos.

8. Tu árbol genealógico era del conocimiento público.

Maestras, directores, representantes... TODOS conocían a tus abuelos, padres, primos, tíos, tatarabuelos... Así suele suceder en los pueblos más alejados. 

9. No dejabas de ver a los maestros ni siquiera fuera de la escuela.

Te los conseguías en el supermercado, librería, restaurantes... y lo peor es que se instalaban a conversas como si tuvieran años sin verte.

10. Copiarse en un examen era una misión imposible.

11. Todas las semanas había un partido de cualquier deporte.

Forma parte de la cultura de cualquier pueblo. Sirve como distracción, lo cual se agradece porque había muy poca.

12. Cualquier información se esparcía rápidamente.

Por lo tanto, todo el mundo se enteraba cuando salías reprobado.

13. Con el mínimo esfuerzo, podías destacar en cualquier actividad.

En algo debías ser lo suficientemente bueno para convertirte en el número 1.

14. Para el transporte escolar, no hacía falta un autobús.

Con una minivan era más que suficiente.

15. Los autos rústicos dominaban el estacionamiento del cole.

16. Te conseguías a tus compañeros de clases en todas partes.

17. Las ferias eran las mejores actividades extras organizadas por el colegio.

18. En los trabajos grupales no tenías muchas opciones para escoger.

19. Tuviste los mismos compañeros de clases desde que iniciaste a estudiar allí. 

No importa si entraste en primero, segundo, o tercer grado. No viste muchas caras diferentes hasta tu graduación.

20. A pesar de todo, los atardeceres con los amigos eran un espectáculo impresionante.

Sin duda alguna, fueron los años más felices de tu vida.

¿Cómo fue tu experiencia en la escuela? ¿Qué es lo que más recuerdas de ella? Deja tus COMENTARIOS y no olvides COMPARTIR con tus amigos a ver cómo les fue a ellos.

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