18 señales de que estás demasiado estresado - y no lo sabes
El estrés puede afectarnos a todos. En un punto u otro de nuestras vidas, la mayoría de las personas hemos tenido que lidiar con el estrés. De hecho, un estudio confirmó que aproximadamente el 33% de los adultos llega a experimentar altos niveles de estrés. Algunos síntomas del mismo pueden manifestarse en cualquier momento de nuestras vidas, porque está por todas partes. Y aunque en pequeñas cantidades puede llegar a ser beneficioso, ya que puede ayudarnos a completar las tareas que nos proponemos o a evitar que resultemos heridos, como cuando respondemos con un frenazo para evitar chocar mientras vamos manejando, demasiada tensión puede hacer que nos enfermemos mental y físicamente.
Este síndrome puede significar diferentes cosas para diferentes personas. Lo que le causa ansiedad a alguien puede ser algo que no le causa preocupación a otra persona. Y algunas personas tienen una mejor capacidad para manejar situaciones tensas que otras.
El primer paso para lograr controlarlo es conocer los síntomas que nos puede causar. Pero lograr reconocer estos síntomas puede ser más difícil de lo que parece, ya que muchos de nosotros estamos acostumbrados a sentirnos así y ni siquiera nos damos cuenta de que vivimos en un estado de tensión constante.
¿Qué es el estrés?
El estrés es la reacción del cuerpo a situaciones peligrosas, sean reales o percibidas. Cuando quiera que nos sentimos amenazados, se genera una reacción química en nuestro cuerpo que nos permite actuar en función de prevenir ser lastimados. Durante esta respuesta al estrés, aumenta la tasa cardíaca, se acelera la respiración, los músculos se tensan y se eleva la presión sanguínea. Así es como el cuerpo se prepara para actuar y protegerse a sí mismo.

Nuestro organismo está diseñado para manejar pequeñas cantidades de estrés, pero no para manejarlo en forma crónica a largo plazo
El estrés puede afectar todos los aspectos de nuestra vida, incluyendo nuestras emociones, comportamiento y salud. Ninguna parte de nuestro cuerpo está a salvo. Pero debido a que cada quién lo maneja de forma diferente, los síntomas son vagos, varían de persona a persona y pueden enmascarar otras condiciones médicas, por lo que es importante consultar con un doctor cuando presentamos cualquiera de los síntomas enumerados en este artículo.

Estar estresado es el nuevo estado de normalidad
Numerosas encuestas demuestran que aunque todos estamos de acuerdo en que el estrés nos hace menos saludables y más improductivos, el 83% de las personas no hace nada al respecto. La mayoría de la gente se ha dado por vencida. Reconocer los numerosos síntomas que causa en nuestro cuerpo puede ayudar a tomar acciones al respecto.

Dificultad para tomar decisiones
Cuando estamos bajo demasiada tensión, nuestra capacidad para identificar qué nos conviene más se ve afectada por varios días. Y mientras mayor es el nivel de estrés, mayor es la posibilidad de que tomemos malas decisiones.

Dolor crónico
El dolor en todo el cuerpo es una queja muy común entre las personas que sufren altos niveles de tensión. Un estrés prolongado hace que nuestro cuerpo libere altos niveles de cortisol, el cual a su vez está asociado con dolor crónico.

Disminución de la libido
La mayoría de las personas que se encuentran bajo niveles de estrés por largos períodos, experimentan una disminución de su deseo sexual.

Bajos niveles de energía y/o fatiga crónica
Un estrés prolongado puede causar que nuestros niveles de energía desciendan significativamente, haciendo que nos sintamos fatigados el 100% del tiempo.

Alteraciones del apetito
En períodos de estrés, es común sufrir alteraciones del apetito, por lo que podría ocurrir que no sintamos hambre en lo absoluto como que tengamos un hambre insaciable.

Depresión
Algunos estudios en el área sugieren que padecer de estrés crónico puede contribuir al desarrollo de depresión en muchos casos.

Taquicardias
Un aumento de la tasa cardíaca es uno de los síntomas más comunes en los casos de altos niveles de estrés.

Aumento de la sudoración
La exposición prolongada al estrés puede causar un exceso de sudoración.

Aumento de la ansiedad o nerviosismo
Según un estudio conducido por la Asociación Estadounidense de Psicología (APA) en 2017, 36% de las personas se sienten más nerviosas o ansiosas cuando se encuentran bajo situaciones de estrés.

Aumento de la irritabilidad
El estrés está íntimamente relacionado con el miedo. Las situaciones que percibimos como riesgosas nos asustan, causando una respuesta de estrés que nos hace ponernos en modo de sobrevivencia. El centro del miedo del cerebro activa una respuesta defensiva para protegernos de ese peligro que percibimos, pues la mejor estrategia de sobrevivencia es la hostilidad.

Insomnio
El estrés puede alterar nuestros patrones de sueño causándonos insomnio, lo que puede llevar a que nos sintamos cansados todo el tiempo, pero aún así no logremos conciliar el sueño. Esto se debe a que en los períodos de desasosiego la hormona del sueño, llamada melatonina, no se produce en cantidades normales.

Fluctuaciones repentinas en el peso
La hormona cortisol, que liberamos bajo condiciones de estrés, le resta eficiencia a nuestro organismo para procesar los azúcares y metabolizar las grasas y los carbohidratos, lo que hace que sea más probable que aumentemos de peso cuando sufrimos de estrés crónico.

Dolores de cabeza
Muchos estudios han demostrado que el estrés puede contribuir a los dolores de cabeza y cuello, debido al aumento de la presión sanguínea, la cual a su vez hace aumentar la presión de los vasos sanguíneos de la cabeza.

Problemas digestivos
Problemas como diarrea y estreñimiento pueden ser causados por altos niveles de estrés. Este también puede afectar especialmente a las personas con síndrome de colon irritable o enfermedad inflamatoria de los intestinos.

Resfriados constantes
Si sientes que estás luchando contra la gripe de manera constante, el estrés puede ser el culpable, ya que compromete a tu sistema inmune, incrementando tu susceptibilidad a las infecciones.

Aumento del acné
El acné es una de las formas más visibles en que se manifiesta el estrés. Una de las razones es debido a que la gente que se siente estresada tiende a tocar su cara más a menudo, esparciendo las bacterias que contribuyen al desarrollo del acné.

Dificultad extrema para concentrarse
El estrés agudo interfiere con la memoria de trabajo y prospectiva y le roba recursos neuronales a las redes de las funciones ejecutivas del cerebro. Por ello cuando estamos bajo tensión podemomnjs tener lapsus de memoria, problemas de atención y una habilidad limitada para planificar y ejecutar.

Aumento de la pérdida del cabello
Cuando aumentan nuestros niveles de estrés, también se acelera el sistema de reemplazo de los folículos pilosos, haciendo que el cuerpo se quede sin energía para reemplazar el cabello que se pierde en los momentos de tensión que atravesamos.

¿Has sufrido de estrés alguna vez o lo sufres actualmente? ¡Cuéntanos al respecto en los comentarios y comparte con todos tus amigos estos importantes datos!

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