12 Maneras Poderosas de Transformar tu Vida Cuando te Sientes Agotado

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Si haces lo que siempre has hecho, obtendrás los resultados que siempre has obtenido. -Henry Ford

Ya conoces la sensación: son las 10 am, estás nervioso por esa tercera taza de café, y tu mente se siente como pegamento. Estás agotado, física, mental y emocionalmente, y desapasionado por las cosas que una vez te traían alegría. ¿Motivado? Olvídalo. ¿Irritable? Lo puedes apostar. ¿Todo lo que se refiere a la salud personal y el bienestar? Fuera de la ventana.

Con demasiada frecuencia, parece que el agotamiento y el logro van de la mano. Pero, estar agotado no es un síntoma de éxito: es la forma de tu cuerpo de decirte que frenes.

Mientras que el espresso doble y la segunda capa de corrector pueden ayudarte a lucir fresco, el cambio profundo y fundamental toma tiempo. Es una inversión de por vida en sí misma y debe ser tratada como una. Es por eso que decidimos compartir contigo estas 12 maneras poderosas de hacerse cargo de tu destino y transformar su vida.

1. Duerme como si no hubiese mañana

Tu cuerpo es una máquina. Una máquina hermosa, auténtica y locamente compleja que necesita cuidado y descanso. De la misma forma que cierras el ordenador al final de cada día, también debes recargar tu cuerpo y mente cada noche. Los estudios demuestran que una buena noche de sueño, literalmente, limpia el cerebro de las toxinas que se acumulan durante el día, por lo que un total de siete a ocho horas es fundamental para tu bienestar físico y mental. Trabaja por lograr un total de ocho horas al tener sólo 30 minutos más de sueño del que estás teniendo ahora, ya sea por la noche o una siesta.

2. Piensa mientras comes

Comer consciente requiere práctica. Mucha práctica. Especialmente si eres el tipo de persona que se devora el almuerzo con una mano mientras responde a correos electrónicos y llamadas telefónicas con la otra. Comer consciente te reta a considerar la esencia de todo lo que consumes, de dónde vino, qué valor agrega a tu cuerpo y cómo llegó a tu plato. Comer consciente te ayuda a construir una relación sana y sostenible con la comida que va más allá de sólo satisfacer el hambre. Y los estudios muestran que comer consciente puede levantar tu estado de ánimo, disminuir el estrés, y conducir a la pérdida de peso y a hábitos de alimentación saludables.

3. Omite la cafeína

La cafeína es un estimulante que afecta directamente el sistema nervioso central. Es por eso que un exceso de café puede hacer que tu corazón corra y tu cabeza palpite. Si ya te sientes ansioso, estresado o agotado, una doble taza de espresso no es una solución a largo plazo. En su lugar, prueba con soluciones más naturales a largo plazo como el ejercicio y la meditación para sentirte energizado y despierto. Si no puede imaginarte la vida sin tu taza de café la mañana, trata de construir una relación más consciente con el café. Disfruta del intenso olor y sabor mientras lo disfrutas en su taza favorita. Con el tiempo encontrarás el ritual más necesario que el propio café en sí.

4. Ponte (y manténte) activo

El movimiento eleva el estado de ánimo y reduce el estrés a gran escala, y se ha demostrado que protege la memoria y las habilidades de pensamiento. Monta bicicleta, ejercítate un poco o haz algunos minutos de yoga, pero aprende a utilizar el movimiento como una manera de relevar la tensión cuando sientes que te aplasta. Ejercitarse por la mañana puede ayudar a establecer el ritmo para el resto de su día y agudiza tu concentración. Por no mencionar, que las personas más exitosas tienden a trabajar por la mañana. Trata de hacer sólo 10 minutos adicionales de actividad moderada cada día, y poco a poco llegarás a los 30 minutos que se recomiendan al día.

5. Siéntete cómodo en el silencio

Sí, lo sabemos. Cada artículo de transformación de vida predica los poderes curativos de la meditación, pero eso es porque realmente funciona. Cerca del 80 por ciento de las visitas al doctor son por problemas relacionados con el estrés. Se gasta mucho tiempo y dinero tratando problemas que pudieran ser prevenidos si todos practicáramos un poco de cuidado propio a través de la meditación, la cual puede reducir el estrés, elevar el sistema inmunológico, mejorar el sueño y posiblemente incrementar la felicidad. Incluso solo 5 minutos de meditación puede iluminarte el día. Además, las personas que meditan en realidad son más racionales y menos ansiosas cuando se les presentan retos.

6. Sigue una rutina de cuidado de la piel saludable

Una piel feliz es una persona feliz. Y como todo lo demás, formar hábitos de cuidado de la piel toma tiempo. ¿El viejo adagio de que un hábito se forma en 21 días? Solo digamos que la consistencia, la repetición y abrazar tu nueva rutina hará más por tu éxito y por tu piel que solo tachar días en el calendario. Esa capa extra de corrector puede ser un arreglo rápido para tus ojos cansados, pero los cambios reales en la piel son inversiones que suceden desde adentro. Busca productos (y alimentos) que nutran más que tu complexión. Sigue paso a paso un ritual de cuidado de la piel diario y nocturno que te haga sentir saludable y hermoso, y con el tiempo verás que los efectos transformadores transcienden tu piel y te levantan el ánimo.

7. "Mata de hambre al ego y alimenta tu alma"

Ésta es simple: haz cosas que te hagan feliz. Sólo porque algo te trae un sentido de logro no significa necesariamente que te llena de alegría. Claro, quedarse hasta tarde en el trabajo podría ser productivo, pero el poder a través de el agotamiento a veces puede resultar menos constructivo que tomar un merecido descanso y relajarse. Compra los zapatos que has estado mirando, disfruta de helado en tu hora del almuerzo, o pasa todo el fin de semana viendo una maratón de películas clásicas. Sea lo que sea que elijas, hazlo porque te hace feliz, no porque sea algo más que marcar en tu lista de tareas pendientes.

8. Escucha tu intuición

¿Qué presentimiento tienes al tomar grandes decisiones? Empieza a escucharlo. Nuestros cuerpos a menudo nos dicen lo que necesitamos antes de que sepamos que lo necesitamos. Toma una siesta cuando estés cansado. Vete de viaje si tienes unas ganas locas de viajar. Pregúntate por qué algo no se siente bien. A menos que seas una persona altamente intuitiva, escuchar tu instinto requiere práctica. Aléjate de lo que te desafía, date un respiro y sé honesto contigo mismo acerca de tus sentimientos. Es probable que sepas ya lo que necesitas, solo tienes que bajar el ritmo para oírlo.

9. Rompe tu rutina 

Romper tu rutina puede ser una de las mejores curaciones para el cansancio del mundo. Acepta el reto de hacer algo completamente nuevo una vez por semana o, si te sientes realmente entusiasmado, una vez al día. Podría ser tan simple como caminar una nueva ruta al trabajo o realmente comenzar ese blog que siempre dijiste que harías. Las nuevas experiencias abren tu mente a nuevas maneras de pensar y de percibir, que a su vez te hacen más feliz.

10. Invierte en lo positivo que hay tu alrededor

Construir relaciones sanas comienza con ser conscientes de quién y qué llena tu vida. Puede parecer desalentador transformar las relaciones tóxicas en las que te sientes cómodo, ya sea que se relacionen con amigos o familiares, comida, trabajo o incluso tú mismo. Reevalúa tus relaciones y ten en cuenta el valor que agregan a tu vida y bienestar. Además, las personas que son conscientes de sus relaciones tienden a ser más seguras en su propio juicio.

11. Céntrate en aprender algo nuevo

Aprender nos hace felices. También podría ayudarnos a vivir vidas más largas, abiertas y más satisfactorias. Si quieres empezar de forma pequeña, prueba algo como aprender a tejer viendo clips de YouTube desde la comodidad de tu cama. Si estás pensando en grande, únete a un curso de diseño web de tres meses de duración. Cualquier cosa que decidas aprender, tu cerebro te agradecerá por mantenerlo afilado y joven.

12. Vierte tus pensamientos en un diario

Se ha demostrado que escribir un diario alivia el estrés, aumenta la comprensión, enciende la creatividad, construye la confianza y te anima a seguir a través de los objetivos. Eso es un montón de terapia de una simple tarea. Pero no pongas demasiada presión sobre ti mismo para escribir todos los días. El proceso de escritura en sí es mucho más importante que la frecuencia con que físicamente abres tu diario. Establece un temporizador, incítate con preguntas como "¿Cómo quiero que mi día sea?" y anota todo lo que te venga a la mente. Hazte responsable de revisarlo un par de veces por semana y, al final anhelarás las sesiones semanales de escritura.

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