10 Tipos de castigos más crueles que algunos profesores desalmados todavía practican

10 Tipos de castigos más crueles que algunos profesores desalmados todavía practican1shares

Sin duda la docencia es una de la profesiones más importantes de la sociedad, ya que son los profesores los encargados de educar a las nuevas generaciones tanto en conocimientos como en valores, así que su guía es fundamental para desarrollar las jóvenes mentes que serán el futuro de la humanidad.

Pero si piensas en tus días de escuela, recordarás que así como había maestros inspiradores que sacaban lo mejor de cada alumno, había otros que francamente carecían de la pedagogía y paciencia necesaria para tratar con niños, por lo que seguramente en alguna ocasión recibiste un castigo injusto, cruel o que estaba fuera de proporción con la falta que cometiste.

Aunque cada vez hay más conciencia tanto en padres como en profesores acerca de lo inadecuado de cierto tipo de castigos, lamentablemente aún sigue habiendo profesores que recurren a métodos de control de grupo que son arcaicos, irrespetuosos y contraproducentes. A continuación te presentamos algunas formas incorrectas de llamar la atención a los alumnos, que los docentes no deberían utilizar nunca.

10.- La humillación

Lamentablemente, aún existen profesores que consideran que humillar a sus alumnos frente a la clase es un método aceptable para reprenderlos, pero los estudios demuestran que además de cruel, es muy poco efectivo y además genera en el alumno sentimientos de rencor, incomprensión y aislamiento. Un sólo acto de humillación puede dejar marcas de por vida.

En Japón este es un castigo usado con mucha frecuencia y llega a tomar formas realmente crueles, como gritar frases que muestran desprecio por sí mismo, o hasta oler las axilas de los compañeros por haber reprobado un examen.

En algunas regiones de México los profesores muestran los exámenes reprobados al resto de la clase para que vean las equivocaciones del compañero, y aunque parezca mentira, aún se usan las antiguas orejas de burro, una practica muy humillante.

9.- Comparar con otros alumnos

Cada niño tiene requerimientos y aptitudes diferentes, las comparaciones sólo sirven para que el niño se sienta frustrado e inadecuado (¿por qué todos pueden pero yo no?) es responsabilidad del profesor ayudar a sus alumnos a descubrir sus potenciales individuales para que puedan desarrollarlas.

8.- El aislamiento

Uno de los castigos más antiguos y frecuentes es apartar de la clase o colocar en una esquina al niño travieso o que no presta atención, en Japón además de colocarlos en la esquina muchas veces los hacen colocarse de rodillas.

Este tipo de reprimenda no soluciona las raíces del problema, además puede resultar ser un foco de distracción para el resto de los alumnos.

7.- Asignar trabajo extra

Este castigo es contraproducente pues el alumno terminará por asociar todo el trabajo escolar con el castigo y eso le generará desinterés y hastío por el estudio, todo lo contrario a los paradigmas modernos en educación que buscan potenciar la curiosidad y el apetito por el conocimiento.

6.- Los castigos físicos

Incluso hoy en día hay escuelas que se hacen la vista gorda ante los castigos físicos: golpes en las manos con la regla, jalones de oreja, o dejarlos parados por horas. Pero se han registrados casos más extremos.

En alguna escuelas rurales de la India los maestros reúnen a los alumnos que peor se portaron y los acuestan en el piso con las manos extendidas hacia adelante formando un camino por el que un profesor pasa, montado en una bicicleta o en ocasiones una motocicleta.

Otro terrible castigo se practica en escuelas de señoritas de Japón, si alguna chica es sorprendida teniendo algún tipo de contacto romántico con un varón son obligadas a pararse frente a la escuela con su ropa interior bajada hasta las rodilla para hacerlas sentir humilladas.

Afortunadamente en la mayoría de los países los castigos físicos están estrictamente prohibidos, así que si recibes algún tipo de maltrato de parte de un profesor, no dudes en contárselo a tus padres o al director del colegio para que tome medidas al respecto y sancionen al docente.

5.- La suspensión

Suspender a un alumno le manda un mensaje contradictorio, ya que le puede parecer que le están premiando con unos días de "vacaciones" en vez de castigarlo. Además, un alumno que viene rezagado pierde aun más el ritmo con una suspensión, por lo que sus problemas académicos aumentarán.

4.- Hablar con los padres

Se torna perjudicial cuando sólo se contacta a los padres para notificarle sobre el mal comportamiento o los problemas del alumno, cuando lo correcto es que el profesor este en constante comunicación con las familias para informarle tanto de los avances de los niños como de las potenciales debilidades que pueda presentar.

El profesor debe procurar formar un vínculo con los padres, ya que es muy importante que se forme un equipo de profesor, familia y alumno, que tenga claro cuales son los objetivos que el chico debe alcanzar y las mejores estrategias para lograrlo.

3.- Suspender los exámenes

Aunque es obvio que debe haber una manera de sancionar a los niños que no respeten las normas de convivencia, no es justo penalizar el aspecto académico por el aspecto conductual. Un alumno que presenta mal comportamiento puede al mismo tiempo ser uno de los más brillantes de la clase, es por eso que en los boletines escolares ambos aspectos se encuentran separados.

2.-Sacar de la clase

Los niños tienen derecho a recibir su educación, es comprensible que el profesor sienta el impulso de sacar a los niños que interrumpen la lección, pero este castigo sólo es válido en los casos en que el alumno impide por completo el desarrollo de la clase, en esas ocasiones puede resultar beneficioso enviarlo a hablar con el director o consejero escolar,  pero sólo como último recurso y no como un método disciplinario de rutina.

1.- Expulsar al alumno

Esta es la peor manera que existe de castigar a un alumno. ¿Cómo va a mejorar el alumno si lo sacamos del ambiente escolar? Todos los estudios indican que es una experiencia extraordinariamente traumática para un niño, ya que no sólo rompe con la rutina que conoce, sino que lo aleja del círculo social que ha formado con sus compañeros, lo que lo hace sentir aislado y puede iniciar episodios de depresión infantil y aumenta significativamente los índices de fracaso y deserción escolar temprana.

Si eres víctima de un castigo excesivo debes hablar con tus padres

Recuerda que incluso si te has comportado mal tienes derechos que deben ser respetados.

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